El ejército Inca, formado por contingentes de diversas latitudes y etnias del Imperio, utilizó con destreza las diversas armas conocidas en el mundo Andino. La variedad se debió en un inicio a la naturaleza del terreno y al acceso de los materiales para su elaboración, por esta razón hubo preferencias por determinados tipos de armas.
Los cusqueños y de las comarcas próximas tuvieron preferencia por la honda (Waraca), la porra estrellada pequeña (Champi) y la grande (waman Champi) y una especie de hacha (cuncacuchuna); los collas preferían usar los ayllos o liwi; los wancas por su parte usaban las lanzas (chuqui); los cañaris por las porras de Chonta (Winomacana); los andes por los arcos (picta) y flechas (wachi), y los condesuyos por una especie de espada de madera (wino).
Por las evidencias arqueológicas e históricas se conoce el uso del casco de madera o metal llamado wamachuco, para protegerse la cabeza y para proteger el cuerpo fue la adarga (wallcanca) o rodela (pullcanca) ambos son una especie de escudo, confeccionada generalmente de cuero y madera, con decoraciones que mostraban sus emblemas, además de jubones que es una vestidura que cubre desde los hombros hasta la cintura, acolchados de algodón (checchipacha), como protección contra las flechas y dardos.
El Inca y los capitanes usaban una especie de armadura de cuero o metal (tacasca quellay uncu), y todas las mantas delgadas envueltas al cuerpo (llapsa llapsa), petos de metal (pura pura) y otros para cubrir la espalda.
Como armas defensivas colectivas pueden considerarse las talanqueras (curco quencha) y paveses grandes, usados a modo de sombrilla en el asalto a los fuertes.
Armas ofensivas (aucanacuna o Wañuchinacuna)
Lanza (chuqui)
Se fabricaba de madera dura y fue una de las armas más importantes del ejército Inca. Los lanceros llevaban como arma auxiliar, un garrote (macana), una honda (waraca) o una espada de madera de dos filos (wino). Usaron lanzas pequeñas (uchuy chuqui) o wachina chuqui, medianas (chuqui) y largas (watuchac chuqui) que medían entre cinco a seis metros, que los españoles denominaban "picas".
La lanza con borlas se llamaba chasca chuqui y la que tenía plumas se denomina yahua chuqui. Los tamaños, grosor y decoraciones variaban según las regiones de los cuatro suyus que las fabricaban.
Porra (Macana o sacmana)
Nombre que recibieron todas las armas contundentes, una de ellas es la wino (huino), especie de espada ancha de madera y que su fabricación está hecha de palma o de chonta.
Otros tipos de porras son los champis o waman champis que consistía en una lanza cuya punta tenía en forma de estrella hecha de cobre.
Alabarda o partesana Inca (cuncacuchuna champi)
Fue el símbolo real de los incas, "hacha de armas", era un mástil de casi dos metros de largo que tenía una cuchilla de metal en una parte y en la otra una punta de diamante.
Boleadora (ayllo o liwi)
Fue el arma preferida por los pueblos del altiplano o meseta del Collao, esta boleadora eran dos piedras redondas, un poco menos del tamaño de un puño humano y atada a una cuerda delgada cuyo medición pueden llegar hasta 70 centímetros cuyo objetivo era tirar a los pies del enemigo.
El arco (peqta o wachina) y la flecha (wachi)
El uso de esta arma fue bastante limitado entre los pueblos andinos. Los inca tuvieron en su ejército excelentes flecheros procedentes del andesuyo, quienes fueron empleados eficazmente en los lugares tropicales y boscosos, contra la caballería hispánica durante los años de la guerra de reconquista.
Los soldados (aucarunas) incas lanzaban una flecha con tanta fuerza que apenas hay arma que no rompa y pase; eran tan diestros y certeros que lanzaban al aire y daban en el blanco. El arco era generalmente de chonta con cuerda de cabuya u otro material elástico y algunos eran del tamaño de un hombre. Normalmente los incas no usaron venenos en sus flechas.
Dardo o azagaya (wachina chuqui o uchuychuqui)
Se trata de un arma antigua y generalizada en el continente americano, consistía en varas con puntas tostadas o armados con espinas de pescado; algunas para causar más daño tenían al final forma de tridente o fisga.
Los dardos eran lanzados por un artificio que los españoles llamaron amiento, estólica, tiradera o trancahilo. En el mundo andino estas armas fueron rígidos y tuvieron las más diversas formas y decorados, según las evidencias arqueológicas era una vara de madera, en cuyos extremos hay un pequeño gancho sobre el que se apoya la parte posterior del dardo,de modo que éste y el propulsor quedan paralelos. El dardo es impulsado violentamente por el gancho, al ser proyectado desde arriba del hombro hacia adelante con todo el rigor del brazo.
Honda (waraca)
Fue una de las armas más usadas por el ejército inca. Los soldados destacaron por la puntería y la fuerza con que arrojaban los proyectiles de piedra. En algunos casos las hondas se lanzaban con piedras incendiarias en el ataque a los pueblos. En las batallas las piedras podían ser del tamaño de huevo de gallina que al impactar con un caballo o a su jinete le causarían la muerte, los proyectiles caían como si fuera un granizo de piedra.
Bala de piedra (pururauca)
Eran piedras redondas de regular tamaño utilizadas para defender las fortalezas. Estas balas de piedra se soltaban de lo alto de los fuertes contra los atacantes. El uso de las balas tenían más un carácter mágico que bélico.
Piedra arrojadiza o perdida (apaycha)
Arma de una sola cuerda terminada en piedra, llamada apaycha, actualmente lo usan con el nombre de wichi wichi en la provincia de Canas (Cusco), para las fiestas deportivo-marciales del chiaraje (batalla ritual andina).
Cuchillo andino (tumi)
Es un cuchillo de cobre ceremonial, cuyo mango es de forma trapezoidal o rectangular, su hoja cortante tiene un aspecto semicircular donde el lado curvo es el que tiene el filo y el lado recto es perpendicular al mango.
Garfios (chiwi chiwi)
Arma especial con garfios atados con soga, que se utilizaba para trepar las paredes de las fortalezas o fuertes.
Galgas (cumpa)
Piedras de gran tamaño llevadas hasta los bordes de las cimas para desprenderlas contra los enemigos a su paso por estrechos desfiladeros, ideal para ataques de sorpresa. Esta forma de ataque ha sobrevivido hasta nuestra época, pues durante la guerra con Chile (1879-1883) fue empleada por los guerrilleros de Andrés Avelino Cáceres durante la campaña de la Breña, concretamente en el paso de Sierralumo (Junín).
Masa (Winomacana)
Arma considerada dentro del grupo de las contundentes macanas; tenía la forma de un bate, aunque más voluminosa, era empleada a una o dos manos. Algunas llevaban incrustadas puntas de metal o de pedernal.
Armas defensivas (wallcancacuna o pullcancacuna)
Casco, morrión o capacete (wamachuco o tanca)
Se utilizaba para proteger la cabeza del guerrero, contra armas contundentes y proyectiles de piedra. Su fabricación y decoración variaba según las regiones. Generalmente se hacían con tablillas fuertemente unidas; los de metal se denominaban quellaychuco, los de cuero carachuco , los de otros materiales pasanochuco.
Los cascos del inca y de sus capitanes llevaban distintivos de jerarquía. El del Inca tenía en la parte delantera la borla carmesí y estaba decorado con plumas de colores, destacando tres en al parte central, que probablemente eran de corequenque.
los humachucos eran capacetes grandes que cubrían la cabeza, hasta el borde de los ojos y estaban hechos de madera muy bien entrabada con mucho algodón, capaces de resistir las piedras o golpes de champis o macanas.
Adarga o rodela (Wallcanca o pullcanca querar)
Estos artefactos de protección personal contra las armas contundentes, flechas, lanzas y azagayas; se elaboraron de cuero muy duro y también de tablillas muy juntas y generalmente decoradas con plumas. Aunque regularmente fueron circulares u ovaladas, los incas usaron los rectangulares con unos flecos largos en la parte inferior. Las adargas grandes, que cubrían gran parte del cuerpo, se llamaba marca querar, su uso fue privilegio de los capitanes.
Peto (pura pura)
Fue un pectoral de metal, plancha grande para proteger esta parte del cuerpo, razón por la que también se le llamaba "guarda pechos". Para entrar en la batalla se cubrían el pecho y la espalda con petos de oro y plata, los soldados de menor rango utilizaban el cobre.
Mantas de algodón (llapsa llapsa)
Eran delgadas e iban ceñidas al cuerpo del combatiente con muchas vueltas. Usaban también jubones o sayos embastados de algodón; checchi pacha.
Con respecto a las defensas colectivas podemos señalar a las trincheras (aucaypi quencha); las talanqueras (curcuquencha o curcuta carpuycusca) que eran vallas construidas con estacas de madera; las fortalezas o fuerte (pucara o quespina); y los paveses podían proteger a más de cien personas y que se utilizaban para tomar fuertes. También utilizaron las escaleras llamada chacana para abordar las fortalezas.
Otras armas de los incas
Ayri: Hacha fina para cortar
Lluqui: Daga
Pucuna: Cerbatana
Qachua: Porra para desterronar, eventual arma contundente
Qara chucu: Casco de cuero
Suru chuqui: Cierto tipo de lanza
Toqsina tarpuna, takaycuna: Daga, puñal, punzón
Yawa chuqui: Lanzas con plumas
Walcanga: Especie de rodela con empuñadura, colgada al cuello
Anta ñauchi: Lengüeta de cobre templado sobre otra lanza menor
Aucana cushma: Jubón enfundado de algodón y estopa, capaz de quitar los filos de las flechas
Estólica: Arpón o dardo arrojadizo de 40 centímetros de largo que consta ne dos partes: La cumana, donde hace coz el arpón y wachi, el arpón mismo
Chingana: Puñalón
Waicapa: Porra pequeña arrojadiza como martillo
Hatun taqui: Tambor de guerra
Quipa: Trompa de madera
Churu: Trompa de aviso de caracol marino
unancha: Bandera
Wactana: mazo pesado de madera
Mantenimiento de las armas
Esta función no tuvo mayor desarrollo pues la simplicidad de las armas y equipos del ejército inca, así como su poca diversidad no requirieron de actividades especiales ni mucho menos de un personal asignado para fines de mantenimiento.
El mantenimiento fundamental, llamado orgánico de primer escalón, fue el predominante y quizás el único. Cada usuario mantenía sus armas y el escaso equipo de que disponía; a pesar de ser abastecidos por los depósitos, cada unos fabricaba sus propias armas y algunos artículos de su indumentaria.
Las necesidades del inca y los altos comandos exigían de la participación de personal especializado para el mantenimiento orgánico, debido no solo a que utilizaba mayor número de artículos como andas (rampa), hamacas (wantu), toldos o carpas mayores, armas, insignias, etc. que requerían de limpieza y reparación sino que no era usual que tuvieran que hacerlo personalmente. Aquel estaría considerado como un apoyo administrativo.
El mantenimiento de caminos, puentes, aposentos, depósitos, etc. no era responsabilidad del ejército inca sino de los funcionarios de la administración dentro de los límites de sus jurisdicción.
que bien
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