viernes, 29 de mayo de 2015

Invasión de Polonia

A mediados de 1939, las incesantes informaciones sobre un inminente ataque alemán a Polonia desencadenó una verdadera guerra de nervios en Europa. Las potencias occidentales habían señalado que no permitirían una agresión contra los polacos y ofrecieron su ayuda a este país. Pero neutralizado el peligro soviético, Hitler tenía el camino libre hacia Polonia. En la noche del 31 de agosto, corrieron rumores de un ataque polaco a una estación de radio alemana en la ciudad fronteriza de Gleiwitz. Ello fue utilizado por Hitler como un pretexto para iniciar las hostilidades. En la madrugada del primero de setiembre, la wehrmacht alemana rompió fuego e inició la invasión a Polonia. La segunda guerra mundial se iniciaba oficialmente. Las tropas alemanas, haciendo uso de la Blitzkreig o "guerra relámpago", lograron avanzar rápidamente por las regiones de Pomerania y Silesia. Las tropas polacas, que contaban con armamento anticuado y muy inferior al alemán, no pudieron ofrecer mayor resistencia. Se dio el trágico caso de soldados a caballo luchando contra las columnas de tanques Panzer alemanes. A pesar que las potencias occidentales preveían un ataque alemán, la rapidez y la contundencia con la que se llevó a cabo lo sorprendió. El 3 de setiembre tanto Inglaterra como Francia declaraban la guerra a Alemania. 


1 comentario:

  1. A pesar de que se han escrito miles de libros sobre la II Guerra Mundial, todavía existen muchos misterios en relación con ese gran conflicto bélico.
    Para empezar, estaba muy claro que Alemania estaba pensando en atacar Polonia. No fue una sorpresa para nadie. Si acaso para Hitler, pues no pensaba que los aliados le declararían la guerra. Aunque, también es verdad, que no movieron un solo dedo para defender el territorio polaco. Eso lo intuían tanto Polonia como la URSS. Por eso, unos meses antes, ambas naciones firmaron tratados de no agresión con Alemania, que luego se convirtieron en papel mojado.

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