El asalto alemán en el oeste fue lanzado el 10 de mayo de 1940, cuando los bombardeos aéreos y aterrizajes de paracaidistas cayeron sobre los Países Bajos a la luz del día. Aeródromos holandeses y los puentes fueron capturados, y las tropas alemanas se vierte en Holanda y Bélgica. Ambos países se pidió ayuda a Francia y Gran Bretaña, los holandeses se retiraron de sus fronteras, inundando sus tierras y la demolición de los objetivos estratégicos en un intento de detener la invasión. Su desmoralización fue completado por un ataque aéreo salvaje en Rotterdam (14 de mayo), después de que las fuerzas holandesas se rindió. La reina Guillermina y su gobierno fueron evacuados a Inglaterra.
Las fuerzas alemanas se vierte en los Países Bajos.
El Séptimo Ejército Francés había tratado de intervenir en Holanda, pero fue rechazado. En Bélgica, la captura alemana de Eben Emael, una fortaleza clave, y la realización del plan de Manstein para atravesar las Ardenas con sus divisiones Panzer, daba acceso al río Mosa. Tres cabezas de puente fueron asegurados el 14 de mayo, y la línea aliada había sido violada en Sedan a Dinant. Las divisiones Panzer entonces hizo a la mar, obligando de nuevo la Fuerza Expedicionaria Británica y dos ejércitos franceses en Bélgica. Las fuerzas aliadas se dividieron, y su intento de vincular hasta cerca de Arras (21 de mayo) fue un fracaso. Tanques alemanes ya habían llegado a la mar en Noyelles y se volvieron al norte, hacia los puertos del Canal.
Avance Panzer avanza al río Mosa.
Sólo la cautela injustificada de los comandantes alemanes impidieron la destrucción total de las fuerzas aliadas en Bélgica. El 23 de mayo de órdenes para detener bajó de Hitler y el Mariscal de Campo Gerd von Rundstedt. El avance alemán no se reanudó hasta el 26 de mayo, y los aliados asediados pudieron replegarse en torno a Dunkerque.
Motorizados soldados holandeses aparecen en la fotografía que atraviesa un dique.
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