Apenas fueron ocupados militarmente los territorios peruanos de Tarapacá, Arica y Tacna, los invasores emprendieron una brutal política de chilenización de estas provincias. Se empleó la presión moral y física, amenazas, agresiones, represión, apresamiento, expulsión del trabajo, despojo, deportación masiva y el asesinato brutal e impune.
En Tarapacá y Atacama la represión física, el asesinato y las deportaciones por grupo dieron como resultado una rápida movilización de los poblados ( peruano y bolivianos), por que ellos constituyeron el núcleo fundamental de los trabajadores de las salitreras. Es esta una de las razones por la que cuando ocurrieron las grandes movilizaciones y huelgas por mejores condiciones de vida y de trabajo, ya que se encontraban sometidos a regímenes laborales perversos, la represión que desencadenó el ejército chileno dio por resultado miles de muertos, principalmente peruanos y bolivianos.
Las poblaciones urbanas de Tarapacá y Atacama fueron forzadas a una chilenización por la vía de la violencia y las deportaciones. La situación de Arica y Tacna fue diferente, porque en esas ciudades los habitantes peruanos no pudieron ser doblegados a pesar de la brutal represión y aún por las deportacions por grupos e individuos. Esto, obviamente no podía ser soportado por el gobierno chileno, porque de acuerdo con las estipulaciones del tratado de Ancón, firmado el 20 de octubre de 1883, que en el lapso de 10 años se llevaría a cabo un plebiscito de modo que la población decidiría a cual país deseaba pertenecer.
Tal plebiscito no se realizó, a pesar que el tiempo para efectuarlo fue sobrepasado, porque el Estado sureño había empleado todos los medios, lícitos e ilícitos contra los peruanos. La peruanidad no había sido doblegado, la chilenización no se acentuó a Tacna; las escuelas que mostraban alguna inclinación peruana eran cerradas de inmediato y los profesores despedidos, detenidos o expulsados. Los estudiantes eran obligados a desfilar ante estandartes chilenos.
En Tacna y en las ciudades cercanas se establecieron bases militares, a los que obligatoriamente eran reclutados a la fuerza jóvenes peruanos.
Bandas armadas, dirigidas por militares disfrazados, atacaban las viviendas de los peruanos, así como sus negocios y centros donde se reunían. Estas bandas armadas atacaron y destruyeron, por ejemplo el "Club Social Unión" y la "Sociedad de Artesanos". Iguales atentados fueron cometidos contra los periódicos peruanistas titulados "La Voz del Sur", "El Morro de Arica" y "El Faro". Fueron atacadas poruqe en aquellos medios escritos se denunciaban las arbitrariedades, abusos y agresiones sistemáticas cometidas por las autoridades chilenas contra la población peruana. Todo este sacrificio que hicieron los pobladores de Tacna tuvo su recompensa, Tacna regresó a la patria el 28 de agosto de 1929.
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