Los distintos que habitaban el inmenso Tawantinsuyu estuvieron vinculados por una red extraordinaria de caminos, que se hicieron venciendo obstáculos de la abrupta geografía andina.
En tiempos de Huayna Cápac se construyeron muchos caminos y se mejoraron además lo ya existentes. Se llamaban caminos del inca o cápac ñan; llegaron a sumar de 16 mil a 30 mil kilómetros en todo el territorio imperial.
Los caminos surcaban valles y quebradas, especialmente iban por la cima de las cadenas montañosas; cruzaban ríos y pantanos y también por las zonas desérticas de la costa.
Los pueblos de cada región estaban a cargo de su permanente conservación. Los españoles quedaron profundamente admirados al ver la extraordinaria red de estos caminos incaicos, bien construidos y magníficamente conservados.
los caminos del inca partían desde el Cusco hacia los cuatro suyus (suyos). Cada uno de estos caminos se ramificaban a su vez en diferentes sitios, llegando inclusive a la costa. Las cuatro vías de la red troncal de caminos eran:
El camino del Chinchaysuyu: Era el principal, desde el Cusco se dirigía por Andahuaylas, Jauja, Huánuco Viejo, Huari, Cajamarca y Ayabaca; seguía por Loja (Ecuador), Tumipampa y Quito, hasta Pasto (Colombia).
El camino del Collasuyu: Pasaba por Urcos, Tinta, Sicuani y Ayaviri (bifurcándose de aquí por dos ramales; Chucuito y Omasuyu, siguiendo ambas orillas del lago Titicaca, hasta Calamarca, donde empalmaban); luego seguía por Pacuari, Caracollo, Chuquisaca, Cotagaita, La Quiaca, Jujuy, Tucumán (oeste), Uspallata (sur-oeste de Mendoza), desviándose a Santiago (Chile) y terminaba al norte del río bio-bio.
El camino del Antisuyu: De este camino poco se conoce. Iba por el valle del Urubamba hasta la selva cercana al río Paucartambo, y quizás más al interior.
El camino del Contisuyu: Unía el Cusco con Chincha (Ica), pasando por Limatambo y Huaytará.
Los caminos incas fueron muy importantes, porque servían principalmente para movilizar, con rapidez el ejército incaico. Por eso, se designaba a un funcionario llamado Hatu Ñan Camáyoq o Cápac Ñan Tocrico, que velaba por su conservación.
los ayllus tenían la obligación de construir caminos y de mantenerlos en buen estado y conservación mediante el trabajo de la mita.
Por los caminos se movilizaban los hombres a pie y también los camélidos (llamas) de carga; tenía un ancho que variaba de los dos hasta los 8 metros.
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