En el nuevo orden mundial delineado
por la Revolución Industrial (industria, urbanización y tecnología). Debían
surgir nuevos actores sociales que reemplazaran al antiguo orden feudal; serían
los patronos (capitalistas) y los proletarios (trabajadores industriales).
Estos últimos tenían condiciones de vida miserable y cada vez eran más
numerosos, además el salario que percibían era muy bajo. La aparición de las
máquinas hizo que los puestos de trabajo escasearan.
La situación en que vivían los
obreros era remarcada por la acumulación cada vez mayor de riqueza por parte de
los capitalistas. Empujados por estas condiciones injustas de vida, los
proletarios iniciaron el llamado movimiento obrero; esto es una serie de luchas
y protestas en busca de mejores condiciones de vida (salarios más dignos,
disminución de las jornadas laborales, mejores condiciones de trabajo), y la
igualdad de ingresos económicos entre capitalistas y obreros.
Estas protestas tendrían una base
teórica en la ideología socialista. El socialismo fue una propuesta política,
económica y social que se opuso al capitalismo y criticó la falta de
sensibilidad de los capitalistas. Entre sus principales planteamientos
estuvieron:
·
La colectivización de los medios de producción
(fábricas, máquinas, herramientas, etc.)
·
Intervención del Estado en los sectores
productivos en busca de regular la marcha económica y social, asegurando de
esta manera una distribución equitativa de la riqueza
Como casi todos los ámbitos de la
vida humana, hubo tendencias y discrepancias en torno al socialismo y cómo
llevar a cabo su programa de cambios. Se diferenciaron dos posiciones: el
socialismo utópico y el socialismo científico.
SOCIALISMO UTÓPICO
Los socialistas utópicos se
preocupaban por la justicia social tratando de crear los fundamentos sociales para alcanzar una prosperidad
nacional y encauzar el cambio social a través de la clase obrera.
Los seguidores de esta tendencia
fueron llamados utópicos, porque analizaron de forma teórica las condiciones de
vida de los proletarios, sin hacer un análisis real de las circunstancias que
buscaban cambiar. Esta corriente fue representada por un grupo de escritores,
políticos, e ideólogos, quienes sin pensarlo dieron fundamento ideológico al
socialismo científico y a la ideología que Karl Marx y Friedrich Engels
desarrollarían pocos años después.
Propuestas utópicas: Los
socialistas utópicos postulaban la creación de cooperativas, es decir,
sociedades en que la propiedad fuera de todos los que allí trabajaban; y donde
cada persona se dedicara al trabajo según sus habilidades y capacidades,
compartiendo los frutos de la labor comunal de acuerdo con su aporte
individual. La administración de estas cooperativas sería ejercida por
voluntarios encargados de mantener su funcionamiento equitativo.
A estas sociedades utópicas, su
creador el francés Charles Fourier las llamó falansterios. Se pensaba que al cambiar
la sociedad haciéndose más humana, los individuos podrían actuar con libertad y
bondad, lo que generaría un ambiente de paz y armonía guiado por el bienestar
común. Entre los principales representantes del socialismo utópico tenemos a
los franceses Charles Fourier , Saint-Simon y Pierre Joseph Proudhon y el
inglés Robert Owen.
SOCIALISMO CIENTÍFICO
A diferencia del socialismo
utópico, el socialismo científico tuvo sus bases en análisis filosóficos,
históricos y económicos detallados del desarrollo de la llamada clase
proletaria. Estos estudios tuvieron como resultado el hallazgo de leyes del
desarrollo histórico que se expresaban en el conflicto entre sectores sociales
a lo largo de toda la historia humana. Los mayores exponentes de esta corriente
fueron Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895).
Marx y Engels cumplieron durante
su vida una intensa labor política. Ambos pensadores escribieron,
individualmente y en conjunto, numerosos libros que confirmaban sus propuestas
y planteaban líneas de acción para el proletario. El texto más famoso escrito
por Marx fue “El Capital”; mientras que ambos publicaron “La ideología Alemana”
y el “Manifiesto Comunista”; esta última obra de 1848, se convertiría en la
base ideológica de las actividades socialistas futuras.
Fundamentos del socialismo
científico: El socialismo científico reclama a la economía capitalista las
penosas condiciones de vida de la clase obrera. Según esta teoría, el
capitalista se apropia de la fuerza de trabajo del obrero y además, del
excedente de su trabajo, a lo que llama plusvalía. A cambio el obrero sólo
recibe una pequeña fracción del producto de su trabajo, expresado en el
salario.
Esta situación injusta se da por
la existencia de la propiedad privada, pues es el capitalista quien posee los
medios de producción (máquinas, tecnología, fábricas, etc.), mientras que los
obreros sólo son dueños de su fuerza de trabajo, la cual, por principio, es mal
remunerada. Frente a esta situación, el socialismo científico propone la colectivización
de dichos medios. También desarrola algunos conceptos teóricos importantes,
entre las cuales tenemos:
- En el desarrollo material de la humanidad ha existido una sucesión de sistemas económicos regidos por normas particulares de producción e intercambio, que según su desenvolvimiento llegan a un máximo de eficiencia y luego sucumben bajo deficiencias o contradicciones. Estos procesos y normas constituyen el materialismo dialéctico.
- A lo largo de la historia, el ser humano y por tanto la sociedad ha sido condicionado principalmente por factores económicos. A esta visión economicista y evolutiva de la historia se le conoce como materialismo histórico.
- Siempre existieron conflictos entre los sectores sociales, es decir, lucha de clases. En el caso del capitalismo hay dos sectores: por un lado, los capitalistas y por el otro, los obreros.
- Al desaparecer el capitalismo, derrumbado por sus propias contradicciones, surgiría una nueva sociedad , la comunista, como resultado del triunfo del proletariado. En esta sociedad no existirían clases y la propiedad de los medios de producción sería colectiva.
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