La independencia de Texas

En la década de 1830, los colonos del valle del río Ohio y del Sur realizaron  la agricultura terrateniente y la esclavitud en las plantaciones en Arkansas y Missouri. 

Asalto en el Álamo

Después de un asedio de trece días, el 6 de marzo de 1836, un ejército mexicano de 4000 irrumpió en la pared de la pequeña fortaleza - originalmente una comisión de servicio española - en San Antonio. "El primero en subir fueron arrojados por las bayonetas. . . o por el fuego de pistola ", informó un oficial mexicano. Después de media hora de las agresiones continuas, los atacantes ganaron el control de la pared. Este grabado contemporáneo muestra la fiereza de la batalla, que costó la vida a los 250 defensores del Álamo  1.500 mexicanos murieron o resultaron heridos en los enfrentamientos.

Asentamientos Americanos y la Guerra de Independencia de Texas

Durante la década de 1820, las autoridades mexicanas otorgan grandes extensiones de tierra en Texas a Stephen F. Austin y otros especuladores de tierras, que animó a los estadounidenses a emigrar a Texas y cultivar algodón. En 1835, los cerca de 30.000 colonos americanos en Texas eran mucho más numerosos que los residentes mexicanos. Para sofocar la rebelión americana, el general Santa Anna encabezó un ejército de 6.000 hombres en Texas, a principios de 1836. Los habitantes del Álamo fueron aplastados en marzo, los mexicanos realizan una persecución del Gobierno Provisional de Texas, que había huido a Galveston. Pero en abril, Santa Anna fue capturado, y su ejército fue derrotado en la batalla de San Jacinto por un grupo tejanos al mando de Sam Houston.

Entre los estados y las Montañas Rocosas se extendían las tierras semiáridas de las Grandes Llanuras. Un explorador del ejército, el comandante Stephen H. Long, pensó  que el área  "es totalmente apta para el cultivo", y lo llamó el Gran Desierto Americano. Los colonos en busca de tierras, se dirigieron hacia el sur, en la provincia mexicana de Texas.

Texas (Tejas) fue ocupada principalmente por los pueblos indígenas, pero que había sido durante mucho tiempo una zona de conflicto europeo. En el siglo XVIII, las autoridades españolas en México habían instalado una guarnición militar en Texas, para disuadir a los franceses en Louisiana y que se moviera dentro de la región. Después de la compra de Luisiana (1803), los españoles temen que los estadounidenses emigren a Texas. Sin embargo, el Tratado de Adams-Onís de 1819 garantiza la soberanía española sobre la región. Después de ganar su independencia de España en 1821, el gobierno mexicano fomentó el asentamiento de Texas, ofreciendo concesiones de tierras a sus propios ciudadanos y para los estadounidenses. Uno de los primeros concesionarios fue Moisés Austin, un especulador de tierras americanas, estableciéndose los inquilinos blancos y los agricultores minifundistas en su amplia finca. Su hijo, Stephen F. Austin, adquirió más tierras por parte del gobierno mexicano - unas 180.000 hectáreas - que vendió a los colonos entrantes. Estos residentes estadounidenses resistieron la asimilación en la sociedad mexicana. En 1829, Austin y otros beneficiarios solicitan - y ganó - la exención de una ley que puso fin a la esclavitud en México. En 1835, unos 27.000 estadounidenses blancos y 3,000 esclavos afroamericanos estaban levantando el algodón y el ganado en el este y el centro de Texas. Ellos eran mucho más numerosos, aproximadamente unos 3.000 residentes de México, que vivían principalmente cerca de las ciudades occidentales de Goliad y San Antonio. Cuando el gobierno mexicano asumió un mayor control político de Texas en la década de 1830, los estadounidenses se dividieron en dos grupos. Los miembros del "partido de la paz", dirigido por Stephen Austin y otros colonos de toda la vida, aceptó el gobierno de México, pero hizo campaña por una mayor autonomía política. 

El "partido de la guerra", encabezada principalmente por los inmigrantes recientes de Georgia, exigió la independencia. Austin obtuvo importantes concesiones de las autoridades mexicanas, pero en 1835, el presidente de México, el general Antonio López de Santa Anna, lo anula. El objetivo de Santa Anna era fortalecer la autoridad del gobierno nacional en todo México. Ante el temor de que el resultado, el partido de la guerra provocó una rebelión que la mayoría de los colonos americanos apoyaron en última instancia. El 2 de marzo de 1836, los rebeldes americanos proclamaron la independencia de Texas y adoptar una Constitución que legaliza la esclavitud.

El presidente Santa Anna se comprometió a poner fin a la rebelión. El 6 de marzo, dirigió un ejército que acabó con la guarnición rebelde defensa del Alamo en San Antonio y luego tomó el control de Goliad. Santa Anna pensó que había aplastado la rebelión, pero Nueva Orleans y Nueva York periódicos idealizó el heroísmo de los texanos y las muertes en el Alamo de héroes populares Davy Crockett y Jim Bowie.

Sobre la base de un sentimiento anti-católico que suscita la inmigración irlandesa, los periodistas describieron a los mexicanos como carniceros tiránicos al servicio del Papa. Cientos de aventureros norteamericanos, atraídos por las ofertas de concesiones de tierras, acudieron en masa a Texas para unirse al ejército rebelde. Liderados por el general Sam Houston, los rebeldes de Texas derrotaron al ejército mexicano en la batalla de San Jacinto, en abril de 1836, el establecimiento de la independencia de facto. El gobierno mexicano se negó a reconocer a la República de Texas, pero abandonó los esfuerzos para reconquistarlo.

Los habitantes de Texas votaron mediante un plebiscito (el voto de las personas) para ser anexados por los Estados Unidos, pero el presidente Martin Van Buren se negó a llevar el tema ante el Congreso. Según informó un diplomático Texas, Van Buren y otros políticos estadounidenses temían que la anexión pudiera provocar una guerra con México y, más allá de eso, una "lucha a muerte desesperada. . . entre el Norte y el Sur, una lucha que implica la probabilidad de una disolución de la Unión ".