Mostrando entradas con la etiqueta los incas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta los incas. Mostrar todas las entradas

martes, 19 de octubre de 2021

Significado etimológico del ayllu

 La base de la sociedad del Tawantinsuyu era el ayllu, pocos conocen su significado etimológico; en la lengua aymara significa comunidad, otra palabra que usaban los collas con el significado comunidad era "hatha". La palabra ayllu también significa "boleadora" arma militar que usaban los collas. En la lengua quechua o runa simi también significa "comunidad". A continuación descifraremos su significado de acuerdo a la interpretación de los más importantes investigadores e historiadores del Perú incaico. 

Según Antonio del Busto: fue una institución social, económica, política y religiosa que apareció en el arcaico superior (2000. a.n.e.).Los incas lo convirtieron en base de su estructura gubernamental.

Según Pablo Macera: El ayllu fue una de las instituciones andinas más sólida; todavía hoy continúa siendo la célula social en gran parte del Perú aunque haya sido modificada durante la colonia.

Los ayllus dentro de una población, estaban ordenadas  en tres categorías de superior a inferior (Collana, Payán y Cayao). El régimen de parentesco dentro de los ayllus variaba según la región. Existen tres tipos fundamentales para organizar las relaciones de parentesco.  

  • Parentesco patrilineal, que se establece en función del padre (línea paterna).
  • Parentesco matrilineal, en función de la madre (línea materna).
  • Parentesco dual, en el cual las mujeres derivan su posición de la madre y los hombres del padre. 

las características principales del ayllu fueron:

  • Grupo de familias que reconocían un parentesco entre ellas.
  • Parentesco basado en un antepasado común (real o legendario). Procedían de una misma pacarina.
  • Compartían un mismo territorio, que aprovechaban en forma solidaria. 
Macera sostiene que algunas veces, dentro de una misma población, podían existir varios ayllus, en cuyo caso era necesario establecer un orden o sistema para fijar sus obligaciones y sus derechos en los trabajos colectivos. 



Según María Rostworowski: Existen diversas definiciones de término ayllu, según las regiones, por ejemplo en aymara la palabra "hatha" tendría como significado casta, familia y ayllu. Es muy posible que una de las diferencias entre ayllus y panacas consiste en que los ayllus eran patrilineales, mientras que las panacas mantenían un sistema matrilineal. 
Cada ayllu poseía sus propias tierras de cultivo, pastos y agua. Las crónicas señalan que todo hombre común poseía un tupu de tierra y con cada nuevo hijo se le aumentaba la parcela. Los miembros del ayllu conocían sus linderos y por lo general sus hitos eran los cerros, ríos, quebradas y a veces acequias. 



Según Julio Cotler: Ayllu significa en contextos diferentes genealogía, linaje, grupo de parentesco, nación, género, especie o clase. El ayllu de un hombre es su familia extensa, pero también su linaje y probablemente su parentesco bilateral, los miembros de su comunidad, la gente de su provincia, etc. 


Según Waldemar Espinoza: El ayllu es una familia extensa, en las que sus miembros aglutinados en familias nucleares simples y familias nucleares compuestas, estaban y están vinculados por el parentesco real. 
Regía la prohibición del incesto o endogamia entre los sujetos componentes de una familia nuclear, más no entre los del ayllu o familia extensa, osea que las uniones sexuales debían llevarse a cabo entre varones y mujeres pertenecientes a un mismo ayllu. Esto es con respecto al poblador común o hatunruna en cambio entre los nobles que se les permitía tanto el incesto como la exogamia y endogamia, frecuentemente tomaban como cónyuge a personas nobles correspondientes de otros ayllus. 


En síntesis el ayllu representa:
  • El vínculo esencial del ayllu es el parentesco.
  • El ayllu es una institución social que se había formado y desarrollado durante el periodo del arcaico superior (2000 a.n.e.).
  • La vinculación familiar es patrilineal y matrilineal.
  • El ayllu en todo caso no está formado por una sola familia nuclear o simple sino que está integrado por la gran familia, donde prevalece el lazo consanguíneo, cualquiera sea el grado de parentesco, es una especie de clan. 
  • Con respecto a los hatunrunas la unión de parejas se realizaba entre los integrantes de cada ayllu y practicaba la monogamia. En cambio en los nobles, podían tener esposas o convivientes de otros ayllus y practicaban la poligamia. 
  • En lo que respecta al patrimonio o propiedad de la tierra, en los ayllus comunales, la propiedad era colectiva, pero al entregarse los tupus a cada individuo de las familias simples, su posesión y usufructo se tornaba en bienes individuales. En cambio en los ayllus señoriales o panacas la propiedad de la tierra era privada. 
Referencias bibliográficas: 
Villanueva, J. El Perú en los tiempos antiguos. Editorial Epensa. 2001.


 

lunes, 8 de febrero de 2021

Las conquistas de Túpac Yupanqui

 Al cogobernar con su padre Pachacútec (Pachacuti), el Inca Túpac Yupanqui se le encomendó realizar campañas de conquistas en tres regiones muy importantes para el Tawantinsuyu, que vamos a detallar a continuación:

La conquista del reino Chimú

El primer mandato que recibió de su padre, fue terminar con la rebelión de los Chachapoyas, sometiendo las fortalezas de Tohara, Cayara,Curamba, Urcocolla y Hayllapucara; para enfrentarse luego a los Chachapoyas, tomando como prisionero al curaca del pueblo rebelde, llamado Chuquisocta. Luego el rival a vencer era el gran Chimu Cápac (reino Chimú) donde la ciudad de Chan-Chan fue sitiada por el ejército de Túpac Yupanqui (Thupa Yupanki). 

De retorno a Cajamarca conquistó el valle de Pacasmayo, Cutervo, Huambo y Chota. Volvió al Cusco y fue recibido con honores. 

La conquista del Chinchaysuyo

Al cabo de dos años, Pachacuti volvió a enviar a su hijo hacia el norte, para someter a los Ayabacas, los Bracamoros, los Paltas y finalmente los Cañaris. Su éxito militar los hicieron llegar hasta Tumibamba o Tumipampa (actual Quito), tomando prisionero a Pillaguaso, jefe de esa región. También ocuparon la costa ecuatoriana, avasallando a los huancavilcas del golfo de Guayaquil, luego sometieron a los habitantes de la Isla Puná y el litoral de Tumbes. Thupa Yupanki retornó al Cusco por la costa; atravesó Piura, Lambayeque, y permaneció en Pachacámac unos días. Desde ahí cruzó la región andina hasta llegar al Cusco. Poco tiempo después falleció su padre. 

Muerto su padre, el Inca Túpac Yupanqui decide iniciar una campaña militar hacia el oriente, es decir el Antisuyo para fortalecer el Estado del Tawantinsuyu. A pesar de las difíciles condiciones de esa región, el ejército de Túpac Yupanqui logró someter a algunos pueblos: Opataris, Manosuyos, Manaríes y Chunchos. 

La conquista del Collasuyo

Túpac Yupanqui tuvo que detener sus campañas expansionistas en el antisuyo debido la rebelión de los Collas. Por el cual llevó tropas hacia ese lugar (Altiplano boliviano). Una vez allí derrotó a los collas en Llallahua, Asillo, Arapa y Pucara, ejecutando a sus caudillos rebeldes. 

Incorporó al región de Tucumán (Argentina) al imperio, luego prosiguió sus campañas militares hacia el sur, hasta llegar a las comarcas de Guaco, Coquimbo y Mapocho. A la altura del río Maule, el Inca ordenó la retirada y de retorno al Cusco. Es muy probable que el Inca haya encontrado estas tierras muy frías y pobres. 


Referencias Bibliográficas

Del Busto, J. (2001) Perú incaico. El Comercio S.A. Lima, Perú
Montalbetti, R & Palacios, R. (1995) Historia del Perú 2. Editorial Tercer Milenio. Lima, Perú.



domingo, 29 de noviembre de 2020

Distintivos del Inca militar

Todas las prendad de vestir del Inca estaban finamente adornadas con filamentos de oro y plata, así como incrustaciones de turquesas y piedras preciosas (Chirinos, R. y María, P., 1995)

Como suprema autoridad, el Inca llevaba los siguientes distintivos:

  • Llauto: Turbante con los colores que representaban a cada uno de los cuatro Suyus (Suyos).
  • Mascapaycha: Botla de lana roja que simbolizaba el poder imperial y que le caía sobre la frente, cubriéndole parte de los ojos. 
  • Plumas del korekenke: Ave sagrada y misteriosa que, según la leyenda, solo aparecía a la muerte de algún soberano. Era colocado sobre la frente del Inca. 
  • Topa Yauri: Cetro de oro que era usado como insignia de mando. 
  • Waman Champi: Arma que tenía una punta en forma de estrella.
  • Cápac Unku: Manto hermoso de vivuña que lo llevaba puesto sobre la espalda. 
Figura: CECOSAMI

Referencia bibliográfica

Chirinos, R. y Palacios, M. (1995) Historia del Perú II. Editorial Tercer Milenio S.A. Lima, Perú.
Villanueva, J. (2001) El Perú en los tiempos antiguos. Editorial Quebecor World Perú S.A. Lima, Perú




sábado, 31 de octubre de 2020

Origen del Tahuantinsuyo

La palabra Tahuantinsuyo deriva de Tawa=cuatro y Suyu=región o provincia. y significa cuatro regiones unidas entre sí. Al definirlo etimológicamente nos da una pista lo que fue realmente el Estado imperial Inca. 

Muchos historiadores coinciden en que el Tahuantinsuyo (Tawantinsuyu) se inicia bajo el gobierno de Pachacuti o Pachacutec, al rededor del siglo XV. pero es importante aclarar que se dieron las condiciones para el aparición del Tahuantinsuyu. El surgimiento y expansión del Estado Inca estuvo determinado en el desarrollo de su estructura económica, permitiendo el ascenso de nuevas fuerzas productivas en el ámbito político y religioso. La propiedad que había sido estatal y comunal pasa a convertirse en terrateniente estatal; las dos terceras partes de la tierra estaba reservada para las clases dominantes y solo una tercera parte para el ayllu. Se promueve la reciprocidad y el trabajo obligatorio por parte del ayllu en las tierras de las clases dominantes. 

La expansión del Tahuantinsuyo se acelera durante el gobierno de Thupa inka Yupanki, el ayllu almacena la producción agrícola (excedente de producción), el Estado acapara y distribuye el excedente productivo a la minoría dominante y al ayllu en menor proporción, dándole lo necesario para la supervivencia; el Estado Inca se convierte para ellos en su benefactor (esclavismo patriarcal o masificado). Con Thupa Inka Yupanki, el Tahuantinsuyo logra expandirse hacia otras partes del territorio andino y se consolida. La élite cusqueña asumió el liderazgo político y militar en los Andes, aprovechando el estancamiento de la estructura económica, social y política de los pueblos aledaños. 

La fuerza laboral de los ayllus (comunidad campesina) permitió mantener la maquinaria estatal inca. No cabe duda que la élite cusqueña poseía un andamiaje político, administrativo y un ejército profesional. Supieron utilizar varios mecanismos para neutralizar la resistencia y descontento de la élite los pueblos que anexaba. Entre ellos fue la redistribución: dones y regalos; para mantener vigentes los intereses del poder contentando a las clases dirigentes de los pueblos conquistados. Aquellas poblaciones que no se sometían pacíficamente eran invadidos violentamente utilizando a sus aliados que también recibían dádivas para beneficio del Tahuantinsuyo. 

Una de las razones por el cual logró expandirse rápidamente fue que la etnia cusqueña supo adaptarse a la realidad económico y social de los pueblos que anexaba El Tahuantinsuyo constituyó un Estado multiétnico donde albergaba bajo su dominio a pueblos avanzados y otros pocos desarrollados para su conveniencia..

Evolución del Tahuantinsuyo

Referencia bibliográfica

Espinoza, W. (1997) Los Incas: Economía, sociedad y Estado en la era del Tahuantinsuyo (3°ed.) Lima: Amaru editores

Chávez, A. (1995) Historia del Perú (2° ed.) Lima: Editorial Apu SA

Guzmán, L (2001) "Proceso histórico peruano: Un breve compendio" (3° ed.) Lima: La Cantuta

domingo, 28 de enero de 2018

Pena de muerte en tiempos de los incas

La pena de muerte era aplicada en los siguientes casos:
a) Al que mataba para robar.
b) Al que lo hacía a traición.
c) Al que lo realizaba con hechizos.
En estos tres casos la ejecución era con afrenta.

d) Al homicida que fue causante de una reyerta. En caso de que la víctima hubise sido quien lo provocó, el homicida era castigado ligeramente según la voluntad del Inca. En la circunstancia anterior solía conmutarse la pena con destierro a las chacras de coca de Antisuyu. 
e) A la mujer que mataba a su marido, colgándola en lo alto de los pies en parte pública, dejándola así morir.
f) Al marido que mataba a su mujer por enojo o pasión; pero si era por adulterio no era penado. 
g) A los responsables del aborto, así fuese la propia mujer preñada.
h) Al reincidente en el delito de estupro.
i) Al reincidente en corrupción de menores.
j) Al adúltero con mujer de la nobleza.
k) Al que penetraba al Acllawasi y al violador de alguna virgen escogida, colgándolo de los pies hasta que muriese. También pena de muerte para la aclla culpable. 
l) Al que incendiaba un puente.
ll) Al que reincidía por tercera vez un desobedecer a su curaca.
m) Al que reincidía en fugarse del lugar donde había sido destinado por el Inca como mitmaj.
n) Al que reincidía en alterar los linderos de las tierras, penetrando en heredad ajena. 
ñ) Al que habiendo cometido otro delito faltaba el respeto de los Incas y señores.
o) Al mentiroso y perjuro que no se enmendaba ni con el tormento. 
p) Al curaca que daba muerte a algún súbdito suyo, en reincidencia. 


Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de la fuente escrita por Luis E. Valcárcel

lunes, 25 de diciembre de 2017

El matrimonio y la vida sexual de los incas

El Padre Cobo trae esta información sobre matrimonio y vida sexual.:

a) Estaba prohibido bajo pena de muerte el matrimonio entre ascendientes y descendientes. Igual prohibición alcanzaba a la unión entre hermanos; pero, tratándose del Inca, fue posible desde Thupa Yupanki, que fue el primero que se casó con su propia hermana de padre y madre. Aducíase que debiendo adorar ambos cónyuges al mismo abuelo, la unión era perfecta.

b) Apunta el Padre Cobo lo siguiente con respecto al Inca y la nobleza: "Por vía de herencia heredábase las mujeres de sus padres y hermanos, de las cuales usaban los herederos como propias, excepto la legítima del difunto y las que habían parido del padre. Los hermanos heredaban las mujeres de sus hermanos, así las legítimas como las concubinas; y sobre lo que habían de ser preferidos en estas sucesiones, había esta costumbre; que si los hijos eran grandes y tenían casa aparte al tiempo de la muerte del padre, el mayor se apoderaba de las mujeres y si alguna había parido, ésta entendía en criar sus hijos y estarse por sí aparte; y si era la mujer legítima y no había parido, no la llevaba el hijo del difunto, sino el hermano, porque solo al hijo le estaba hecha la prohibición del ayuntamiento carnal con la mujer legítima de su padre y no al hermano con la de su hermano".

c) Respecto de relaciones, el Padre Cobo señala "que los padres daban a sus hijos cuando eran niños una mujer que los limpiase y sirviese hasta que tenían edad, y antes que los casasen estas amas les enseñaban vicios y dormían con ellos, holgando de ello los padres, y esta tal siempre se les quedaba en casa por manceba después que se casaba" 

d) Con respecto a la crianza de huérfanos, el propio Padre Cobo nos dice: "era costumbre confiarlos a alguna mujer viuda del pueblo que no tuviese prole ni volviera a casarse y ésta viendo al joven en edad, aunque ella fuese vieja, se amancebaba con él hasta que el gobernador le daba mujer y ello no obstante la viuda se quedaba siendo manceba hasta que le pagaban el trabajo de haberle criado, cosa que se aplazaba indefinidamente".

e) Más adelante, añade el P. Cobo: "En la región del Collao,, el novio obsequiaba a la futura suegra con una taleguilla de coca".

f) "Era general la costumbre de que el novio llevase a casa de sus suegros paja y leña durante cuatro o cinco días".
g) "Era norma que no podía ser repudiada la mujer legítima y se consideraba afrenta casarse, al enviudar, con una de las mancebas. No podía haber boda de persona viuda antes de cumplirse el año de la muerte del conyuge".
"Cuando una viuda criaba a un huérfano, éste, en pago, se amancebaba con ella".

h) "El incesto era prohibido incluso entre la nobleza hasta la época de Thupa Yupanki".

i) "El hijo mayor, a la muerte del padre, se apoderaba de las mujeres de éste, excepto la legítima, la cual pasaba al hermano del difunto".

j) "Se heredaba las mujeres de los hermanos".

k) "Se rendía culto a los ascendientes por línea recta, sin tener en cuenta con el tío o con el hermano de la abuelo". 

l) Dice el Padre Cobo que la poligamia era muy muy bien vista pues la concesión de mujeres por el Inca era a personas de mucha calidad o de gran ingenio y suficiencia y remunerando servicios importantes. Sin embargo, era solo un privilegio de la nobleza, pues la gente común era monógama.

ll) La mujer estaba muy sujeta al marido: le servía en el hogar, trabajaba en el campo, llevaba cargas y en muchas tareas ayudaba al hombre. Entre la nobleza la mujer legítima era servida y obedecida por las otras mujeres.

m) Refiriéndose al matrimonio, dice: "que después de la cosecha el Inca repartía a las acllas entre los nobles y principales en una ceremonia en que participaban los deudos de los contrayentes: los del varón iban con el novio a casa del padre de la novia o de su pariente más próximo, quienes la entregaban y el novio, al recibirla, le calzaba el pie derecho con una sandalia de lana si era doncella y de paja si lo contrario y la tomaba por la mano y así juntos los deudos de ambos la llevaban a la casa del marido y la novia sacaba de debajo del chumpi una túnica de lana fina, un llauto y una patena y dábaselo a su esposo, el cual se los vestía. Se pasaba en fiesta con los novios hasta la noche; mientras tanto, la novia era instruida por sus parientas más ancianas de cuanto debía saber por esposa y los viejos deudos lo hacían con el novio, haciéndole amonestaciones de cómo había de tratar a su mujer. Unos y otros les hacían obsequios". 

n) "El viudo o la viuda sólo podían contraer nuevo matrimonio después de un año y, si moría la mujer principal de un noble, éste no podía casarse con ninguna de sus otras mujeres".

Un anónimo de 1580 consigna estos datos sobre el matrimonio de las acllas. La manera de casamiento que tenían las acllas, era así: "se juntaban en un llano los hombres a quienes iban a recibir como mujeres a dichas escogidas, los cuales eran siempre criados del Inca y yanacones que le servían, aunque ya tuviesen otras mujeres, y sin más ceremonias el respectivo funcionario entregaba a cada hombre una o dos mujeres, indicándoles que se marchasen. Otras veces era el propio Inca quien intervenía en la distribución. Cuando alguna mujer se negaba a ir con el hombre que se le había señalado, era castigada con la muerte, porque desobedecía al Inca. 
Muerto el marido que recibía una escogida, ésta tenía después libertad para casarse con quien quisiese y volvíase a su tierra sin licencia previa del Inca. 
Las mujeres que tomaba para sí el Inca no tenía esta libertad, porque a su muerte quedaba en su misma casa, sin que nadie les quitase su chacra ni servicio, sirviendo y dando de comer cada día al Inca muerto, como si estuviese vivo. Así pudo observarse con las mujeres que fueron de Tupac Yupanqui y Guayna Capac".

El Padre Costa nos habla de la especial solemnidad con que se celebraba el matrimonio, uno de cuyos actos era:

a) "El ir el desposado a la casa de la novia a llevarla consigo y ponerle una ojota (usuta) en el pie que era de lana o de esparto según fuese la mujer doncella o viuda. A ésta servían y reconocían todas las otras y cuando moría el marido llevaba luto durante un año, no pudiéndose casar en este período".

b) "Los gobernadores y curacas celebraban los matrimonios en sus pueblos juntando a los jóvenes de ambos sexos en una plaza y cumpliéndose la ceremonia de calzar la usuta".

c) "Estaban prohibidas las relaciones sexuales con la madre, abuela, hija o nieta y, por lo tanto, el matrimonio; con las otras parientas estaba permitido casarse o amancebarse".

d) "Era igualmente prohibido el unirse hermano con hermana, y respecto de los Incas dice el cronista jesuita: "hermano con hermana tampoco se consentía tener acceso ni había casamiento, en lo cual están muchos engañados en el Perú, creyendo que los incas y señores se casaban legítimamente con sus hermanas, aunque fuesen de padre y madre; pero la verdad es que siempre se tuvo esto por ilícito y prohibido contraer en primer grado; y esto duró hasta el tiempo de Topa Inca Yupanqui, padre de Guayna Sapac y abuelo de Atahualpa en cuyo tiempo entraron los españoles en el Perú, porque el dicho Topa Inca Yupanqui fue el primero que quebrantó esta costumbre y se casó con Mama Ocllo, su hermana por parte de padre; y éste mandó que sólo señores incas se pudiesen casar con hermana de padre, y no otros ningunos. Así lo hizo él, y tuvo por hijo a Guayna Cava, una hija llamada Coya Cusi Rimay, y al tiempo de su muerte, mandó que éstos hijos suyos, hermanos de padre y madre, se casasen, y que las demás gente principal pudiese tener por mujeres sus hermanas de padre".

El visitador Damián de la Bandera apunta lo siguiente sobre la forma del matrimonio, al observar esa institución en la provincia de Huamanga: "En cada pueblo, como sabían que iba el visitador, hallaba por su orden puestos en la plaza  los indios que no tenían mujeres, de 15 hasta 20 años, de 25 hasta 30, de 35 hasta 40, cada edad por sí, y así mismo las mujeres solteras por sus edades; los hombres fronteros de las mujeres; y de allí primeramente daba mujeres a los caciques y principales que no las tenían o tenían necesidad de más, y después a los demás indios por sus edades, a cada uno con su igual. Y este era entre ellos matrimonio tan guardado que ninguno osaba dejar la que allí le daban por mujer ni tener cuenta otra, so pena de muerte, y ellas por lo consiguiente; y solamente a los caciques principales de mil o de 10 mil indios les era concedido tener más mujeres que una, pero esto era con licencia del Inca"...
"Era costumbre entre ellos que el hermano heredaba las mujeres de su hermano, en muriendo, y el hijo las del padre; tenían acceso con ellas públicamente; y aún en el día de hoy lo usan algunos".

En la relación de los Pacajes (Relaciones Geográficas de Indias) aparecen los siguientes datos relativos al matrimonio: "el modo que tenían en sus casamientos estos Pacajes era que el Inca o su gobernador o cacique principal, en llegando al pueblo, hacía juntar los mozos y mozas que había en él solteros, y hacíanles poner por hileras, unos a un cabo y otros a otros, y decía a los varones que tomase cada uno su mujer conforme a su estado y calidad, diciendo la mujer primero delante de sus padres con cuantos varones había tenido acceso antes que con él, y no queriendo hacer la dicha mujer la confesión, la desechaba y no la quería por mujer, aunque tuviese hijos en ella; y después de hecha esta ceremonia, los padres le daban cántaros, ollas y husos y semilla para las chacras, chuses para dormir; y los parientes le daban la fiesta, la leña y paja. Los indios pobres no podían tener sino una mujer, y a los caciques principales les daba una mujer el Inca, y la llamaban taica guarmi (takyia guarmi, M. J. de la E.), que quiere decir mujer legítima, y demás de ésta les daba a algunos caciques principales 10 a 20 indias y se llamaban sipas que quiere decir manceba y estaban en casa aparte y servían de hacer bebida, ropa y chacra. Y cuando la mujer del cacique principal era hallada adúltera, despachaba a el Inca dándole razón de ella y éste le daba licencia para repudiarla y tomar otra; y si era indio particular, daba noticia al cacique principal y con su licencia tomaba otra mujer, porque sin este aviso no se podía repudiar las mujeres". 


Fuente: Historia del Antiguo Perú a través de la fuente escrita por Luis E. Valcárcel 




viernes, 15 de diciembre de 2017

La leyenda del dios Taapac

En una gran fiesta celebrada en el lago Titicaca las personas presentes vieron bajar del cielo un hombre blanco y ojos azules, con un vestido típico andino, el cual se quedó a vivir allí por unos días, predicando la creencia de un dios universal, creador y causa primera de todas las cosas, pero no tuvo resultados, porque la gente no le prestaba atención. Entonces Taapac, que quiere decir "hijo del creador" los reprendió severamente, engendrando odio en cuantos le escuchaban. Trataron de corromperlo, tentándolo con riquezas, y al no tener aceptación de Taapac, resolvieron darle muerte; y así fue como un día lo empalaron con una chonta cruelmente. Su cadáver fue puesto en una balsa y echado al agua, el viento lo llevó rápido a Chacamarca, donde ahora se encuentra el actual Desaguadero que antes no había y que lo abrió la balsa con su proa, dando suficiente lugar para que corriesen las aguas y sobre ellas fue navegando hasta los Aullagas, donde se hunden las aguas en las entrañas de la tierra y allí quedó el santo cuerpo que cada año se ve una fresca y verde palma por el tiempo de las pascuas, aunque otros dicen que esta palma aparece en una pequeña isla del Desaguadero sin que la acompañe algún otro árbol. Este relato es según la versión de Ramos Gavilán.

El padre Oliva presenta el mismo mito, discrepando en algunos detalles, como los siguientes:
Taapac era de cabello crespo, vestía túnica morada y manta carmesí; sale del mar; perseguido, lo apedrean; huye y reaparece en Hilayava y los que lo maltrataron quedan mudos y lisiados; aparece una pestilencia y hambruna. Es asesinado en Copacabana y llevan su cuerpo en canoa por el lago; pero naufragan y perecen todos.
El padre Calancha, citando a Ramos Gavilán, llama a Taapac "el hijo del criador".


Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de la fuente escrita por Luis E. Valcárcel

martes, 12 de diciembre de 2017

El Mito de Wiracocha

En tiempos del antiguo Perú no existía ni el día ni la noche todo era oscuridad, de una laguna salió Kon Tiqsi Wiracocha creo al Sol, la Luna y las estrellas. Luego creo la tierra, el cielo y personas, pero éstos fueron desobedientes con su creador y como castigo los convirtió en piedras. 
En Tiwanaku Wiracocha creo otras personas entre hombres y mujeres de las piedras y les dotó de un líder que los gobernara. Mandó a que se dispersaran menos a dos que se quedaron con él, a quienes instruyó. 
Éstos se llamarán los tales y saldrán de tal fuente en tal provincia y poblarán en ella y allá serán aumentados y éstos saldrán de tal cueva y se nombrarán los fulanos y poblarán en tal parte, y así como yo aquí los tengo pintados y hechos de piedra, así han de salir de las fuentes, ríos, cuevas y cerros, en las provincias donde he dicho y nombrado y luego irán todos ustedes por esta parte (señalándoles hacia donde el Sol sale) , dividiéndolos a cada uno por sí y señalándoles el derecho que deban de llevar...
Iban (los mensajeros de Wiracocha) llamando y sacando personas de los ríos, cuevas y fuentes y poblaron la tierra hacia donde el sol sale.
Desde Tiwanaku Wiracocha mandó a sus dos compañeros así:
El uno por la parte y provincia de Condesuyo, las espaldas donde el sol sale, a la mano izquierda y el otro por la parte y provincia de Antisuyo que es a la mano derecha. Y el dios Wiracocha partió al Cusco, que es por el medio de estas dos provincias, viniendo por el camino real que va por los Andes hacia Caxamalca. 
Llegando a Cacha (18 leguas del Cusco), salieron con sus armas unos nativos del pueblo de Canas con intención de matarlo, no reconocían que era el dios Wiracocha. Para demostrar su poder hizo llover fuego del cielo, ardiendo una cordillera. Al ver esta grandeza los pobladores de Canas arrojaron sus armas y huyeron. Wiracocha tomó una vara y apagó el fuego.

Wiracocha se dio a conocer como su dios y los Canas lo acataron, levantándole una suntuosa huaca (lugar sagrado). Esculpieron su imagen en una piedra enorme.
Siguiendo su camino, Wiracocha llegó al Tambo de Urcos, asciende la cerro más alto y allí se sienta a descansar. De allí salieron quienes en memoria de del dios, colocaron en este sitio un trono de oro. 

En el Cusco creo a una persona que lo llamó Allcaviza y dio su nombre al pueblo. Continuó su camino hasta llegar a Puerto Viejo, donde se reunió con los mensajeros, y con ellos se fue hacia el mar y luego desaparecieron. 




Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de la fuente escrita por Luis E. Valcárcel 

Concepcióndel Mundo de los Incas según Garcilaso de la Vega

Para Garcilaso de la Vega el universo era dividido en tres mundos: el cielo de arriba o Hanan Pacha, el de abajo o Hurin Pacha y el de adentro o Ucu Pacha. Garcilaso ubica en cada uno de dichos mundos a los seres humanos, muy influido por el cristianismo. Así dice que los buenos, premiados por sus virtudes, iban al mundo alto; que en el de abajo quedaban los de la generación y corrupción; finalmente, que al de adentro eran enviados los malos, identificando dicho mundo con la casa del demonio o Supaypa Huasi. Que la vida en el mundo alto era quieta, libre de trabajos y pesadumbres y que, por el contrario, la del mundo de adentro estaba plagada de enfermedades y dolores, pesadumbres y trabajo, sin descanso.

Atribuye Garcilaso a los incas amautas (maestros) la idea de la naturaleza doble del hombre, con cuerpo y alma, ésta como espíritu inmortal y aquél hecho de tierra, por cuya razón le llamaban allpacamasca, que quiere decir tierra animada. Que la palabra runa significa hombre de entendimiento y razón y que la voz llama es equivalente a bestia.
Garcilaso sostiene que los incas creían en la resurrección universal; pero no en el sentido cristiano, es decir para gloria o para pena que la nueva vida era semejante a la temporal. Tenían por esto grandísimo cuidado de poner en lugar seguro sus cabellos y uñas. Preguntó a algunos indígenas por qué cuidaban y guardaban uñas y cabellos, éstos le respondieron: "sábete que todos los que hemos nacido hemos de volver a vivir en el mundo (no tuvieron verbo para decir resucitar) y las ánimas se han de levantar de la sepultura, con todo lo que fue de sus cuerpos; y porque los nuestros no se detengan buscando sus cabellos y uñas (que ha de haber aquel día gran bullicio y mucha priesa) se los ponemos aquí juntos para que se levanten más ayna; y áun si fuera posible habíamos de escupir en un lugar".



Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de la fuente escrita de Luis E. Valcárcel


lunes, 4 de diciembre de 2017

Juegos y diversiones en tiempos de los incas

Los niños conocían varios juegos, pero prácticamente desde los cinco años dejaban de lado las diversiones propias de su edad, pasando las horas ayudando a sus padres. El niño campesino no conocía la infancia, rápidamente se preparaba a las labores agrícolas, teniendo poco tiempo para jugar. Una de las formas de entretenerse era a base de frejoles y piedrecillas. Además niños y niñas les encantaba jugar imitando las labores de sus padres, escenificando la vida del hogar, de la chacra, de la ganadería, de la cacería y de la guerra. Las niñas tenían muñecas de trapo y barro, vestidas y adornadas con trajes y tocados en miniatura. Se las llamaba guauachuqui. Hay algunas dudas de que el pasatiempo con muñecas haya estado universalizado entre las niñas; pero las tumbas excavadas en Chancay evidencian que por ahí fue normal. De todos modos como las mujeres no acostumbraban cargar mucho a sus hijos, ni aun para amamantarlos, ello influyó para que las niñas no imitaran a sus madres.
Para divertirse los niños usaban el cumisitta cumisina, o sea tres-en- raya, que todavía persiste en nuestro tiempo.

Los niños agarrándose los unos a los otros por los vestidos, formando una larga hilera, corrían de un lado a otro dando vueltas, en la que remedaban la curva de una serpiente. Tal diversión tenía por nombre acutasitha, no siendo otra cosa que el trasunto de la danza del Amaru que realizaban los adultos en determinadas ocasiones solemnes.
Los niños también se distraían sentándose mutuamente sobre el cuello del amigo, con las piernas abiertas colgando sobre los pechos. Otros se divertían dándose volantines, saltos largos o jugueteando a la ronda. También jugaban con los papirotes (golpes suaves y fuertes en la cabeza). Su nombre en aymara es tincat asitha. Para ello se colocaban unos tocados que suscitaban risas. En las imitaciones de escenas de caza, manipulaban el lihui (boleadoras) simulando matar aves, fieras y camélidos.

Otro juego que realizaban los niños era dejarse escurrir de las rocas inclinadas de superficie lisa desde una cierta altura, acurrucándose en esas suaves pendientes. 
Jóvenes y adultos usaban una pelota de madera o caucho (parecido al juego de bolos). Este juego tiene dos nombres: pecositha y pecopapa auqui. 

Muchos jóvenes y adultos cogían frijoles llamados chuy que son redondos y de colores, jugaban tirándolas en un hoyo, en pares y nones. Mientras más frijoles cayeran en el hoyo ese sería el vencedor. 
Los enamorados usaban el juego simpasitha, enlazando un cordel en sus dedos y hacer vaticinios si sus amados o amadas los querían o no. 
El chaco o caza constituía un deporte de jóvenes y adultos. Participaban todos los estamentos sociales, previa convocatoria hecha por los funcionarios.
La diversión más deportiva, ceremonial y solemne es el huarachiuy o huarachico, donde los jóvenes de la élite demostraban su madurez física y mental a través de pruebas muy duras. Después de cumplirlas se les declaraba mayores de edad. 

Otro tipo de recreación juvenil eran las peleas rituales realizadas entre las parcialidades de Hanan/Hurin, Allauca/Ichoc, etc. En este enfrentamiento se tiraban frutas compactas y secas que terminaban con heridos y muertos, pero jamás enemistaban a los bandos, ya que la sangre vertida representaba una de las más excelsas ofrendas para la fertilidad de la tierra. Recibía el nombre Pucllay. Se efectuaba en diciembre, pero más en febrero y marzo. Durante la colonia lo transfirieron a la semana de carnavales. 

El juego huairusitha o piscasitha o simplemente pishca, por lo habitual en las noches de velorio, tenían por objetivo evitar el sueño de los dolientes. Los llevaban a cabo con una especie de dado grande de cinco caras. En un lado tenía cinco puntos y en los otros uno, dos, tres y el último cuatro. La punta valía cinco y el suelo del dado 20. En este esparcimiento apostaban cuyes, ganado y ropa. En este juego intervenían tanto hombres como mujeres. Se les decía pishca porque se realizaba en las cinco noches que duraba el velorio de un difunto en el espacio andino. Era pues un pasatiempo ritual con un dado de hueso, que antes de dejarlo caer en un sitio plano, había que batirlo entre las dos manos, formando éstas una bóveda, o metido en algún pequeño recipiente. Conformaba un juego de azar. 
Por último en uno de los lugares dos veces y en otros tres por mes, se reunían en un escampado para comer unos al lado de los otros y enseguida a dedicarse a juegos físicos. Lo que buscaban en estas ocasiones era la reconciliación de los ánimos. En tales oportunidades cada familia acarreaba su propia alimentación. 

Fuente: Los Incas de Waldemar Espinoza



Muñecas de trapo (Cultura Chancay)




Rodadero donde se deslizan los niños (Cusco)


Pishka (se jugaba como la pirinola, se le tomaba de una arista y se le hacía girar)



lunes, 27 de noviembre de 2017

Terrazas del Inca

Las terrazas maiceras en el Cusco y en cualquier otro lugar del área andina tenían como fin primordial la labranza de este grano para la élite dirigente y gobernante, no con el fin de alimentar a la población; sino para acumular este producto de gran prestigio y apreciado para los actos de retribución de servicios a guerreros, administradores y acllas, y concederlo como regalo a nobles de la metrópoli o provincia. Es por tal motivo que los andenes o terrazas fueron obras dirigidas y mandadas a producir por los grupos de poder, quienes para lograrlo, aprovecharon infinidad de tecnologías que ya los antiguos peruanos conocían. 
A medida que el imperio se expandía, iban confiscando tierras laborales y la preocupación del Estado Inca era procurar sembrar maizales ya que cualquier acto de retribución o redistribución sin algo de maíz era considerado incompleto, lo mismo ocurría con las plantaciones de coca. 



Fuente: Los Incas de Waldemar Espinoza

lunes, 16 de octubre de 2017

Las Panacas

Los descendientes de un Inca, en línea de varón, formaban su ayllu, en el sentido de linaje. A este grupo se llamó panaca o grupo de parentesco de los incas. Cada panaca estaba identificada con un inca, del cual descendían sus miembros. La panaca incluía a los descendientes de ambos sexos. 
Al segundo hijo se le encomendaba el gobierno de la panaca. El inca heredero no formaba parte de la panaca, porque cuando llegara ser el inca, él mismo formaría su panaca. 
Las principalles obligaciones de una panaca fueron:

  • Perpetuar la memoria del inca. Debían conservar la tradición oral que haría cuenta de su vida y hazañas, especialmente a través de cantos. 
  • Cuidar la momia del inca a su muerte. Seguían gozando de las riquezas y bienes que el inca había reunido en vida. 
  • Ocupar los puestos principales, políticos y religiosos. 
  • Intervenir directamente en la elección de cada nuevo inca. 
La panacas reales fueron diez:

        Inca                                                                              Panaca Real
-Manco Cápac.............................................................. Chima Panaca Ayllu                                            
-Sinchi Roca................................................................. Rawra Panaca Ayllu
-Lloque Yupanqui......................................................... Awayni Panaca Ayllu
-Mayta Cápac............................................................... Uska Mayta Panaca Ayllu
-Cápac Yupanqui.......................................................... Apu Mayta Panaca Ayllu
-Inca Roca..................................................................... Wika Kirau Panaca Ayllu
-Yahuar Huaca............................................................... Awqaylli Panaca Ayllu
-Huiracocha................................................................... Zukzu Panaca Ayllu
-Pachacutec.................................................................... Iñaqa Hatun Panaca Ayllu
-Túpac Inca Yupanqui.................................................... Cápac Panaca Ayllu



Cada una de las panacas contaba con servidores, sacerdotes, tierras y productos, tanto para su propio mantenimiento cuanto para la constante celebración de rituales en homenaje a la momia de su inca fundador. 

Fuente: Rocío Chirinos M. & María Luisa Palacios Mc B. Historia del Perú 2

martes, 27 de junio de 2017

Ubicación geográfica de la cultura Inca

En sus orígenes los incas ocuparon la actual región del Cuzco (Perú), pero a partir del gobierno del Inca Pachacuti el imperio inca creció vertiginosamente. El imperio inca o Tawantinsuyu estuvo situado en la parte céntrica y occidental de América del Sur, abarcó los territorios de seis países: Desde el sur de Colombia y norte del Eucador, hasta el centro de Chile y desde el noroeste de Argentina, pasando por Bolivia, hasta la costa, andes y parte de la amazonía del Perú. Cuando alcanzó su mayor expansión durante el gobierno del inca Wayna Qhapaq, se calcula que tenía 1800 000 Km2 de territorio. 
Los límites fronterizos del imperio inca fueron las siguientes:

  • Por el norte, con el río Ancasmayo, a inmediaciones de Pasto en Colombia.
  • Por el sur, con el río Maule, en Chile.
  • Por el oeste con el Océano Pacífico.
  • Por el noreste con la selva amazónica de Ecuador.
  • Por el este, parte de la Amazonía del Perú.
  • Por el sureste la región andina de Bolivia y la provincia de Tucumán en Argentina.
Los incas dividieron su territorio en grandes porciones administrativas o "suyus" para un mejor control. Dichos suyus o regiones fueron cuatro:

Antisuyu: Al este del Cuzco. Ocupaba parte de los andes amazónicos, en el flanco oriental de la cordillera andina. La región se caracteriza por su abrupata geografía, la cual está cubierta por una densa vegetación. Ha sido llamada también Selva Alta. Una de las pruebas de la presencia de los incas en parte de la amazonía es la utilización de recursos provenientes de esta zona. Por ejemplo, tenemos el uso extendido de la coca y de plumas que son típicos de esta zona. 

Collasuyu: Al sur del Cuzco. Ocupa el altiplano peruano-boliviano, el norte y centro de Chile y la región noreste de la Argentina. 

Chinchaysuyu: Al norte del Cuzco. Ocupa la costa e los andes del Perú y parte de Ecuador y Colombia. Esta región muy pequeña al comienzo de la expansión incaica, fue creciendo por una serie de conquistas militares hasta convertirse en una la región más grande y más poblada del imperio inca. Abarcó los territorios de los antiguos reinos de Chimú, Chincha y Cajamarca. 

Contisuyu: Al oeste del Cuzco. Fue la provincia más pequeña. Abarcó la parte occidental del Cuzco hasta la zona costera de Ica y Arequipa (Perú).  


Fuente: Historia del Perú 2 de Rocío Chirinos M. y María Luisa Palacios Mc. B.
         Socio mundo de Edit Bruño.

martes, 20 de junio de 2017

La muerte en tiempo de los incas

La muerte para los incas era sencillamente el pasaje de esta a la otra vida. Por eso nadie se atormentaba frente a ella, porque estaban seguros de que sus descendientes y su ayllu cuidarían de su cadáver momificado, o simplemente disecado, llevándole comidas, bebidas y ropajes durante todos los años del futuro. En dicho aspecto lo único que le acongojaba era que pudieran ser quemados o pulverizados, porque eso si significaba su desaparición total.

No tenían la menor idea del paraíso celestial, tampoco del infierno ni mucho menos del purgatorio o la existencia de diablos al estilo de las religiones del viejo mundo. Tampoco pensaban en la resurrección de los muertos. Sin embargo creían en otras cosas: que el camaquem o fuerza vital muere o desaparece cuando al cuerpo vivo o al cadáver se lo quemaba o desintegraba. La etnia Huaro, al sur del Cusco, concebía la reencarnación o transmigración del camaquen de un sujeto que acababa de morir a otro que recién nacía.
En el sur, una vez fallecido, al cuerpo yerto se le bañaba para purificarlo; luego se le sobaba con sebo y maíz blanco molido, mullu y otros ingredientes. Acto seguido, se le vestía. Los parientes lloraban y después lo llevaban al Machay (cueva) para colocarlo junto a otros difuntos del ayllu. El camaquem no se retiraba del lado de los restos mortales sino cinco días más tarde de finado; fecha en la que los parientes iban al río o arroyo más próximo a lavar los atuendos y otras prendas dejadas por el muerto, una vez limpios, se los guardaba para seguir vistiendo a la momia. Estaban convencidos que ulteriormente de exhalar el último suspiro, esa fuerza vital de su propio ser seguía con vida, y creían igualmente que en el cadáver seguían latentes muchos atributos del ser vivo: sed, hambre, calor, frío, etc. De ahí porque para el jatunruna era importante la conservación del cadáver, lo que resultaba fácil en costa y Andes dada las condiciones ecológicas, que coadyuvaban a su disecación y momificación.


Consecuentemente, para que no padecieran de hambre ni sed colocaban adyacentes al muerto vasijas de alimentos y bebidas, cosas que se le continuaba llevando cada cierto tiempo, en fechas conocidas. Tal hecho explica la necesidad de dejar hijos y descendientes para asegurar el abastecimiento permanente al fallecido. 
Tanta era la obsesión o temor que con el tiempo el cuerpo del muerto quedara abandonado por alguna razón, se colocaba a todos los cadáveres en una sola tumba llamada machay, para que ese lugar recibieran el culto y cuidados por la comunidad (ayllu), quienes, por respeto y tradición, les llevaban coca y les mudaban de vestimenta. Era un desvelo el que sus cadáveres no desaparecieran, porque su conservación significaba seguir viviendo. Fue, pues, la idea de la supervivencia después de la muerte lo que condujo a la preservación de los yertos despojos. Entre los jatunrunas, el muerto era envuelto en telas, dejándole el rostro libre; pero entre los sapaincas se les colocaba una máscara de oro delgado, que de seguro reproduciría los rasgos fisonómicos del difunto. 

Con respecto a la momificación de inca, el resguardo de su momia en sus aposentos solariegos, rodeada de esposas y yanas vivos, afianzando su continuidad. Para el runa andino no había nada más angustioso que la desaparición de los cuerpos de sus antepasados, o pensar de que el suyo propio iba a correr ese triste destino. Tal vez por esa razón, Atawallpa soportó que lo bautizaran y prefirió morir por la del garrote en vez de ser llevado a la hoguera y así evitar que su cuerpo desaparezca. 

Así como los cadáveres recibían cuidados especiales, se los disponía de tal forma para que se secaran y pudieran conservarse centenares de años. En los Andes, los pobladores de habla quechua por lo común no acostumbraban a enterrarlos en el subsuelo. Eran arropados y colocados en posición fetal, (codos entre las rodillas y las manos sujetando el mentón). Estas momias eran llevadas a cuevas naturales o aftificiales llamadas machais, ubicadas en cañones y laderas de los cerros. Rodeándolos con objetos familiares: vajillas, herramientas, comidas, bebidas. Quedaban pues, prácticamente al aire libre, a la vista de todos. Hasta allí acudían sus parientes colaterales y directos, llevándoles mates de alimentos, derramando chicha y poniendo hojas de coca en las bocas de las momias. También a sacrificarles cuyes y llamas. En la costa, en camio, las momias eran sepultadas bajo tierra y arena en posición de cúbito dorsal o fetal; pero dispuestos en tal forma que la cámara funeraria, holgada, no aplastara al muerto, para evitar que padeciera con el peso de tanto material encima. Se acondicionaba un tubo de caña para conectar la boca del cadáver con la superficie exterior para verterle chicha ritual en las fechas que tenían acostumbradas. 



Los pueblos aymaras conservaban a sus muertos ilustres sobre el suelo, alrededor de los cuales construían unos mausoleos de piedra y/o tierra dura que recibían la denominación de chullpas y pucullos. En a cultura Chachapoyas, a los nobles se les enterraba con pintorescas urnas funerarias hechas de arcilla, pero con apariencia de cuerpos humanos, incluyendo una cabeza. Urnas a las cuales colocaban en altas cuevas u oquedades, cuyas vías de acceso las destruían totalmente, para eludir su profanación. Enterrar a un noble bajo el suelo entre los chachas era signo de desprecio. 
El muerto de la costa era enterrado conservando los mismos gestos con que había fallecido. Por lo demás las tumbas constituían lugares sagrados; y las momias de los antepasados seres sacralizados, acudiendo a ellas para solicitarles buenas cosechas y aguas, o la detención de éstas cuando se excedían.






Como se advierte, existían dos categorías principales de culto: el divino y funerario. Con respecto a lo funerario, las momias debían ser cuidadas y conservarlas, visitarlos por lo menos una vez al año para cambiarles de vestimenta y sacarlos para llevarlos cargados, las espaldas o sobre una parihuela, procesionalmente rumbo a la comunidad para danzar con el cadáver. Pensaban que con aquel rito contribuía a dar bienestar y eternidad al ayllu. Un oficiante exprofesamente encargado hacía recordar las fechas y el compromiso intangible de llevarles alimetos y bebida: un deber ineludible de los hijos y de los descendientes. La preservación y culto de las momias de los runas o gente común no demandaba tanto servicio y gasto como la de los sapaincas y grandes curacas.

El esmero y precaución que ponían en los cadáveres es prueba en que creían en la vida sobrenatural. Se imaginaban que los muertos seguían sintiendo casi todos los problemas y necesidades que los seres vivos. Además daban por hecho de que sus espíritus o camascas, por ser tan numerosas las defunciones a lo largo de la vida y trayectoria de los ayllus y etnias, ya no tenían como caber en el mundo de los muertos, por falta de tierras y de viviendas para todos. Suponían también que los camascas se agrupaban en ayllus, al igual que los jatunrunas vivos. 

En los Andes, el espacio o recinto de los camascas estaba aquí mismo, en la caypacha; unos paraban en campos floridos y otros en cumbres nevadas, a los cuales, para llegar a los citados camascas tenían que caminar por trochas y puentes llenos de dificultades y obstáculos; dicha vía, además, era oscura, pudiendo vencerla solo gracias a un perro-guía, de preferencia negro, animalito que tenía la facultad de ver a los camascas en la noche. Como resultado de tal creencia mataban un perro durante los funerales. Los que tenían ganado sacrificaban una llama, para que el "alma" del citado auquénido ayudara a transportar la carga del muerto.
En la costa, estaban persuadidos que las almas iban a descansar en las islas ubicadas frente a sus playas, en la mamacocha o mar. 

En el Chinchaysuyu estaban seguros de que las almas se alejaban de los cadáveres a los cinco días del fallecimiento. Y después, una vez por año, en el mes que conmemoraban a sus difuntos (noviembre), visitaban las casas de sus parientes vivos tomando la forma de moscones que, durante el vuelo, emitían un suave y característico zumbido. EL hecho explica por qué no mataban a dichos animalitos.
Si el culto de los ancestros determinó la conservación del cadáver, lógicamente que su preservación generó la técnica de la momificación. A veces extraían las visceras y el cerebro. Lo restante les resultaba fácil merced a las condiciones ecológicas de los Andes y la Costa, en la primera por el gélido frío de las mesetas, y en la segunda por la sequedad de los arenales salitrosos. Las vísceras acostumbraban a enterrarlas en los sitios donde habían nacido, de preferencia en el punto donde sus madres los arrojaron al mundo el día del parto. 

Creían también en el Sapainca muerto, podía sobrevivir en una estatua, a la que se le reputaba su segundo cuerpo. La mencionada efigie recibía el nombre de guaoqui o huaoqui, a la que se adicionaba el nombre del soberano a quien simbolizaba y encarnaba, para ellos la estatua tenía vida. El culto que practicaba cada panaca en torno a ellas, garantizaba su supervivencia.

Fuente: Los Incas de Waldemar Espinoza

domingo, 5 de marzo de 2017

El curaca

Era el jefe étnico o jefe de un ayllu; la administración del imperio se realizó a través de los curacas. La elección de los curacas no la hizo el inca, eran seleccionados dentro de sus propios sectores étnicos, por medio de rituales de iniciación que los transformaban en personas semisagradas. Por este motivo, los curacas eran transportados en andas. 



Las funciones que desempeñaron los curacas fueron:

  • Eran los encargados de administrar los bienes comunales del ayllu.
  • Debían organizar las variadas formas de mita andina.
  • Velaban porque los miembros de un ayllu tuvieran los bienes esenciales para el consumo diario.
  • Eran los mediadores en los conflictos que podían originarse entre los miembros de un grupo étnico.
  • Eran también intermediarios entre el imperio y el ayllu.
  • Controlaban los depósitos de producción agrícola y vigilaban la conservación de los bienes.
  • Presidian las ceremonias religiosas y todos los ritos señalados por el calendario anual.
Fuente: Historia del Perú 2 por Rocío Chirinos y María Luisa Palacios


sábado, 11 de febrero de 2017

Familia y parentesco en tiempos de los incas

Un ayllu integrado por agricultores, o por ganaderos, sin usufructuar tierras y pastos no hubiera podido funcionar. Sin embargo el ayllu significaba, por igual, precisos lazos de parentesco; y no un mero parentesco simbólico o mítico, sino real y efectivo, enriquecido y vitalizado por los matrimonios ininterrumpidos entre los jóvenes que componían las familias nucleares-simples y nucleares-compuestas que configuraban un ayllu. De ahí que la terminología del parentesco estaba intensamente desarrollada, como lo comprueban los vocabularios y diccionarios quechuas y aymaras de los siglos XVI y XVII:

Parientes lejanos...........................................................caru ayllu
Tatarabuelo (paterno o materno)........................................Machuypa machun
Tatarabuela (paterno o materno)........................................Payaypa payan
Bisabuelo (paterno o materno)...........................................Yayapa machun
Bisabuela (paterno o materno)...........................................Mamapa payan
Abuelo (paterno o materno)...............................................Machu
Abuela (paterno o materno)...............................................Payu
Padre..............................................................................Yaya
Hijo del padre..................................................................Churi
Hija del padre..................................................................Ususi
Nieto, nieta......................................................................Hahua
Bisnieto, bisnieta..............................................................Huillca
Tataranieto, tataranieta.....................................................Chupuyu
Madre.............................................................................Mama
Hijo o hija de la madre..................................................... Huahua
Nieto, nieta.....................................................................Hahua
Bisnieto, bisnieta............................................................ Huillca
Tataranieto....................................................................Chupuyu
Tío (hermano del padre).................................................Yaya
Tía (hermana del padre).................................................Caca
Tía (hermana de la madre).............................................Mama
Hermano del hombre.....................................................Huauque
Hermano de la mujer.....................................................Tura
Hermana del hombre.....................................................Pana
Hermana de la mujer....................................................Ñaña
Sobrino del hombre......................................................Concha
Sobrino de la mujer......................................................Mulla
Primo 1° del hombre....................................................Sispa huauqque
Prima 1° del hombre....................................................Sispa pana
Primo 2° del hombre....................................................Ccaylla huauqque
Prima 2° del hombre....................................................Ccaylla pana
Primo 3° del hombre...................................................Caru huauqque
Prima 3° del hombre...................................................Caru pana
Primo 1° de la mujer...................................................Sispa tura
Prima 1° de la mujer...................................................Sispa ñaña
Primo 2° de la mujer...................................................Ccaylla tura
Prima 2° de la mujer...................................................Ccaylla ñaña
Primo 3° de la mujer...................................................Caru tura
Prima 3° de la mujer...................................................Caru ñaña

Los varones de habla runasimi (quechua) empleaban una palabra especial para designar a sus parientes femeninos y viceversa. 
Los grados de consanguinidad era numeroso, otra caracterísitca es que entre las voces para señalar al padre y tío paterno no existían diferencias, siempre y cuando fueran del mismo género gramatical. Para los tíos maternos era diferente, pero lo interesante es que los tíos estaban considerados igualmente como padres. Lo que advierte que cada individuo tenía muchos padres y madres. Los primos maternos y paternos se calificaban como hermanos entre sí. Por eso que el ayllu formaba una gran parentela, es decir, una familia extensa, que hacía del conjunto un grupo muy unido. 



El por qué de usar tantos vocablos diferentes para designar los grados de parentesco según el sexo de las personas, se debía al sistema de la descendencia paralela. Y el por qué de la existencia de la descendencia paralela se hallaba en la creencia supraestructural de que los hijos varones pertenecían al padre y las hijas mujeres a la madre. En lo que respecta a la filiación de la prole imperaba a nivel andino la descendencia paralela. En tal sentido los hijos hombres pertenecían teóricamente al padre y las hijas mujeres a la madre, la cual traía varias implicancias:
1° los hombres heredaban los bienes muebles del progenitor; y las mujeres los de su progenitora.
2° Los varones cuidaban la momia de su antecesor; y las mujeres la de su antecesora. 
3° Los hijos se hacían responsables de los compromisos dejados por sus padres fallecidos, y no la de sus madres; ocurriendo lo contrario con las hijas. Decimos teóricamente porque, en la práctica, las progenitoras jamás dejaban de sentirse madres del hijo, y lo mismo ocurría con los padres respecto a sus hijas.

La descendencia paralela tenía tantísimo aliento y eficacia que, en 1575, un doctrinero de indígenas planteó su radicalización por considerarla perniciosa dada la desigualdad en que quedaban los hijos e hijas de un mismo matrimonio. Precisamente, por lo arraigado que estaba, el Tercer Consilio Limense de 1582 la reconoció, legislándola tácitamente en uno de sus artículos, con el agregado de que a partir de entonces los hijos llevaran el apellido del padre y las hijas de la madre. Esta costumbre tuvo tanto peso que persistió hasta las primeras décadas del siglo XIX y en la sierra ecuatoriana hasta hace poco. El listado que se ha expuesto es en realidad, el léxico que usaban en la terminología de la descendencia paralela. 
Desde hace décadas, ciertos autores vienen propugnando la teoría de que, por lo menos en la etnia inca, debió imperar la filiación matrilineal. El iniciador y portaestandarte de esta elucubración fue R. Latchan, y los argumentos que esgrimió en su defensa fueron:
1° Que los linajes reales tenían por nombre panaca, palabra que procedería de pana, es decir, hermana.
2° Que el sapainca se casaba con su hermana para legalizar su gobierno. Pero se trata tan solo de hipótesis que aún no se las ha podido comprobar.

Para las familias unidas mediante el pantanaco o tincunacuspa (servinacuy) o por medio del matrimonio legal, fue una ansia latente el de tener por lo menos dos hijos, tanto porque urgían un complemento de ayuda para el trabajo hogareño inmediato, pero mucho más porque necesitaban quienes velasen por ellos cuando sean ancianos (laboreo de sus chacras) y para que hubiese quienes cuidasen del culto de sus cadáveres o momias generación tras generación y asimismo para que no desaparezca la continuidad del ayllu. Era un deseo indeclinable el de procrear hijos. He ahí por qué criaban con gusto a sus retoños; y en caso de la imposibilidad de engendrarlos adoptaban niños ajenos, de preferencia huérfanos, ya que era bastante difícil que los padres con vida se desprendieran de los suyos. Pese el anhelo de poseer hijos y al hecho de gozar todo un futuro asegurado, por cuando la integridad tenían derechos a tierras y aynis, lo cierto es que los padrones del siglo XVI no se percibe la existencia de jatunrunas con familias numerosas. Parece que la explosión demográfica no fue posible debido a una intensa mortalidad infantil.

Hubo varios modelos de familia:
1° Nuclear-simple, integrada por los padres y sus hijos solteros.
2° Nuclear-compuesta, que no era otra cosa que una familia nuclear-simple a la que se añadían algunas otras personas, como niños adoptados, o uno de los abuelos, o un huérfano o cualquier otro sujeto allegado al hogar. Pero en cualquiera de los casos conformaba una unidad simple de producción y consumo; un grupo doméstico donde ya operaba la división del trabajo según el sexo y la edad. El hombre se dedicaba a las tareas consideradas pesadas y duras; labranza, en cuanto a las mujeres a las artes caceras: culinaria, crianza de niños. Pero habían situaciones en que podían intervenir los unos y los otros, como sucedía en el pastoreo, ollería y textilería.

Dentro de los ayllus a la gente se la dividía de conformidad a sus edades hasta en 10 grupos, determinados de acuerdo a la capacidad física para el trabajo. Pero dichas categorías no se las contaba a partir de los recién nacidos a los más ancianos, ni viceversa; sino arrancando de los jóvenes que bordeaban los 25 años de edad. La segunda categoría comprendía a los adultos hasta aproximadamente los 80 años de edad. Y así se iba bajando hasta llegar a los bebés. En cuarto lugar se tomaba en cuenta a los enfermos e inválidos. Sin embargo, los 10 grupos de edad pueden ser resumidos en tres: generaciones en que generalmente se divide la vida de un hombre y de una mujer, respetando su sistema de parentesco. 

Fuente: Los Incas de Waldemar Espinoza

 

Copyright @ 2013 Aprenda historia de la humanidad.