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martes, 12 de diciembre de 2017

Concepcióndel Mundo de los Incas según Garcilaso de la Vega

Para Garcilaso de la Vega el universo era dividido en tres mundos: el cielo de arriba o Hanan Pacha, el de abajo o Hurin Pacha y el de adentro o Ucu Pacha. Garcilaso ubica en cada uno de dichos mundos a los seres humanos, muy influido por el cristianismo. Así dice que los buenos, premiados por sus virtudes, iban al mundo alto; que en el de abajo quedaban los de la generación y corrupción; finalmente, que al de adentro eran enviados los malos, identificando dicho mundo con la casa del demonio o Supaypa Huasi. Que la vida en el mundo alto era quieta, libre de trabajos y pesadumbres y que, por el contrario, la del mundo de adentro estaba plagada de enfermedades y dolores, pesadumbres y trabajo, sin descanso.

Atribuye Garcilaso a los incas amautas (maestros) la idea de la naturaleza doble del hombre, con cuerpo y alma, ésta como espíritu inmortal y aquél hecho de tierra, por cuya razón le llamaban allpacamasca, que quiere decir tierra animada. Que la palabra runa significa hombre de entendimiento y razón y que la voz llama es equivalente a bestia.
Garcilaso sostiene que los incas creían en la resurrección universal; pero no en el sentido cristiano, es decir para gloria o para pena que la nueva vida era semejante a la temporal. Tenían por esto grandísimo cuidado de poner en lugar seguro sus cabellos y uñas. Preguntó a algunos indígenas por qué cuidaban y guardaban uñas y cabellos, éstos le respondieron: "sábete que todos los que hemos nacido hemos de volver a vivir en el mundo (no tuvieron verbo para decir resucitar) y las ánimas se han de levantar de la sepultura, con todo lo que fue de sus cuerpos; y porque los nuestros no se detengan buscando sus cabellos y uñas (que ha de haber aquel día gran bullicio y mucha priesa) se los ponemos aquí juntos para que se levanten más ayna; y áun si fuera posible habíamos de escupir en un lugar".



Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de la fuente escrita de Luis E. Valcárcel


lunes, 16 de octubre de 2017

Las Panacas

Los descendientes de un Inca, en línea de varón, formaban su ayllu, en el sentido de linaje. A este grupo se llamó panaca o grupo de parentesco de los incas. Cada panaca estaba identificada con un inca, del cual descendían sus miembros. La panaca incluía a los descendientes de ambos sexos. 
Al segundo hijo se le encomendaba el gobierno de la panaca. El inca heredero no formaba parte de la panaca, porque cuando llegara ser el inca, él mismo formaría su panaca. 
Las principalles obligaciones de una panaca fueron:

  • Perpetuar la memoria del inca. Debían conservar la tradición oral que haría cuenta de su vida y hazañas, especialmente a través de cantos. 
  • Cuidar la momia del inca a su muerte. Seguían gozando de las riquezas y bienes que el inca había reunido en vida. 
  • Ocupar los puestos principales, políticos y religiosos. 
  • Intervenir directamente en la elección de cada nuevo inca. 
La panacas reales fueron diez:

        Inca                                                                              Panaca Real
-Manco Cápac.............................................................. Chima Panaca Ayllu                                            
-Sinchi Roca................................................................. Rawra Panaca Ayllu
-Lloque Yupanqui......................................................... Awayni Panaca Ayllu
-Mayta Cápac............................................................... Uska Mayta Panaca Ayllu
-Cápac Yupanqui.......................................................... Apu Mayta Panaca Ayllu
-Inca Roca..................................................................... Wika Kirau Panaca Ayllu
-Yahuar Huaca............................................................... Awqaylli Panaca Ayllu
-Huiracocha................................................................... Zukzu Panaca Ayllu
-Pachacutec.................................................................... Iñaqa Hatun Panaca Ayllu
-Túpac Inca Yupanqui.................................................... Cápac Panaca Ayllu



Cada una de las panacas contaba con servidores, sacerdotes, tierras y productos, tanto para su propio mantenimiento cuanto para la constante celebración de rituales en homenaje a la momia de su inca fundador. 

Fuente: Rocío Chirinos M. & María Luisa Palacios Mc B. Historia del Perú 2

domingo, 5 de marzo de 2017

El curaca

Era el jefe étnico o jefe de un ayllu; la administración del imperio se realizó a través de los curacas. La elección de los curacas no la hizo el inca, eran seleccionados dentro de sus propios sectores étnicos, por medio de rituales de iniciación que los transformaban en personas semisagradas. Por este motivo, los curacas eran transportados en andas. 



Las funciones que desempeñaron los curacas fueron:

  • Eran los encargados de administrar los bienes comunales del ayllu.
  • Debían organizar las variadas formas de mita andina.
  • Velaban porque los miembros de un ayllu tuvieran los bienes esenciales para el consumo diario.
  • Eran los mediadores en los conflictos que podían originarse entre los miembros de un grupo étnico.
  • Eran también intermediarios entre el imperio y el ayllu.
  • Controlaban los depósitos de producción agrícola y vigilaban la conservación de los bienes.
  • Presidian las ceremonias religiosas y todos los ritos señalados por el calendario anual.
Fuente: Historia del Perú 2 por Rocío Chirinos y María Luisa Palacios


sábado, 11 de febrero de 2017

Familia y parentesco en tiempos de los incas

Un ayllu integrado por agricultores, o por ganaderos, sin usufructuar tierras y pastos no hubiera podido funcionar. Sin embargo el ayllu significaba, por igual, precisos lazos de parentesco; y no un mero parentesco simbólico o mítico, sino real y efectivo, enriquecido y vitalizado por los matrimonios ininterrumpidos entre los jóvenes que componían las familias nucleares-simples y nucleares-compuestas que configuraban un ayllu. De ahí que la terminología del parentesco estaba intensamente desarrollada, como lo comprueban los vocabularios y diccionarios quechuas y aymaras de los siglos XVI y XVII:

Parientes lejanos...........................................................caru ayllu
Tatarabuelo (paterno o materno)........................................Machuypa machun
Tatarabuela (paterno o materno)........................................Payaypa payan
Bisabuelo (paterno o materno)...........................................Yayapa machun
Bisabuela (paterno o materno)...........................................Mamapa payan
Abuelo (paterno o materno)...............................................Machu
Abuela (paterno o materno)...............................................Payu
Padre..............................................................................Yaya
Hijo del padre..................................................................Churi
Hija del padre..................................................................Ususi
Nieto, nieta......................................................................Hahua
Bisnieto, bisnieta..............................................................Huillca
Tataranieto, tataranieta.....................................................Chupuyu
Madre.............................................................................Mama
Hijo o hija de la madre..................................................... Huahua
Nieto, nieta.....................................................................Hahua
Bisnieto, bisnieta............................................................ Huillca
Tataranieto....................................................................Chupuyu
Tío (hermano del padre).................................................Yaya
Tía (hermana del padre).................................................Caca
Tía (hermana de la madre).............................................Mama
Hermano del hombre.....................................................Huauque
Hermano de la mujer.....................................................Tura
Hermana del hombre.....................................................Pana
Hermana de la mujer....................................................Ñaña
Sobrino del hombre......................................................Concha
Sobrino de la mujer......................................................Mulla
Primo 1° del hombre....................................................Sispa huauqque
Prima 1° del hombre....................................................Sispa pana
Primo 2° del hombre....................................................Ccaylla huauqque
Prima 2° del hombre....................................................Ccaylla pana
Primo 3° del hombre...................................................Caru huauqque
Prima 3° del hombre...................................................Caru pana
Primo 1° de la mujer...................................................Sispa tura
Prima 1° de la mujer...................................................Sispa ñaña
Primo 2° de la mujer...................................................Ccaylla tura
Prima 2° de la mujer...................................................Ccaylla ñaña
Primo 3° de la mujer...................................................Caru tura
Prima 3° de la mujer...................................................Caru ñaña

Los varones de habla runasimi (quechua) empleaban una palabra especial para designar a sus parientes femeninos y viceversa. 
Los grados de consanguinidad era numeroso, otra caracterísitca es que entre las voces para señalar al padre y tío paterno no existían diferencias, siempre y cuando fueran del mismo género gramatical. Para los tíos maternos era diferente, pero lo interesante es que los tíos estaban considerados igualmente como padres. Lo que advierte que cada individuo tenía muchos padres y madres. Los primos maternos y paternos se calificaban como hermanos entre sí. Por eso que el ayllu formaba una gran parentela, es decir, una familia extensa, que hacía del conjunto un grupo muy unido. 



El por qué de usar tantos vocablos diferentes para designar los grados de parentesco según el sexo de las personas, se debía al sistema de la descendencia paralela. Y el por qué de la existencia de la descendencia paralela se hallaba en la creencia supraestructural de que los hijos varones pertenecían al padre y las hijas mujeres a la madre. En lo que respecta a la filiación de la prole imperaba a nivel andino la descendencia paralela. En tal sentido los hijos hombres pertenecían teóricamente al padre y las hijas mujeres a la madre, la cual traía varias implicancias:
1° los hombres heredaban los bienes muebles del progenitor; y las mujeres los de su progenitora.
2° Los varones cuidaban la momia de su antecesor; y las mujeres la de su antecesora. 
3° Los hijos se hacían responsables de los compromisos dejados por sus padres fallecidos, y no la de sus madres; ocurriendo lo contrario con las hijas. Decimos teóricamente porque, en la práctica, las progenitoras jamás dejaban de sentirse madres del hijo, y lo mismo ocurría con los padres respecto a sus hijas.

La descendencia paralela tenía tantísimo aliento y eficacia que, en 1575, un doctrinero de indígenas planteó su radicalización por considerarla perniciosa dada la desigualdad en que quedaban los hijos e hijas de un mismo matrimonio. Precisamente, por lo arraigado que estaba, el Tercer Consilio Limense de 1582 la reconoció, legislándola tácitamente en uno de sus artículos, con el agregado de que a partir de entonces los hijos llevaran el apellido del padre y las hijas de la madre. Esta costumbre tuvo tanto peso que persistió hasta las primeras décadas del siglo XIX y en la sierra ecuatoriana hasta hace poco. El listado que se ha expuesto es en realidad, el léxico que usaban en la terminología de la descendencia paralela. 
Desde hace décadas, ciertos autores vienen propugnando la teoría de que, por lo menos en la etnia inca, debió imperar la filiación matrilineal. El iniciador y portaestandarte de esta elucubración fue R. Latchan, y los argumentos que esgrimió en su defensa fueron:
1° Que los linajes reales tenían por nombre panaca, palabra que procedería de pana, es decir, hermana.
2° Que el sapainca se casaba con su hermana para legalizar su gobierno. Pero se trata tan solo de hipótesis que aún no se las ha podido comprobar.

Para las familias unidas mediante el pantanaco o tincunacuspa (servinacuy) o por medio del matrimonio legal, fue una ansia latente el de tener por lo menos dos hijos, tanto porque urgían un complemento de ayuda para el trabajo hogareño inmediato, pero mucho más porque necesitaban quienes velasen por ellos cuando sean ancianos (laboreo de sus chacras) y para que hubiese quienes cuidasen del culto de sus cadáveres o momias generación tras generación y asimismo para que no desaparezca la continuidad del ayllu. Era un deseo indeclinable el de procrear hijos. He ahí por qué criaban con gusto a sus retoños; y en caso de la imposibilidad de engendrarlos adoptaban niños ajenos, de preferencia huérfanos, ya que era bastante difícil que los padres con vida se desprendieran de los suyos. Pese el anhelo de poseer hijos y al hecho de gozar todo un futuro asegurado, por cuando la integridad tenían derechos a tierras y aynis, lo cierto es que los padrones del siglo XVI no se percibe la existencia de jatunrunas con familias numerosas. Parece que la explosión demográfica no fue posible debido a una intensa mortalidad infantil.

Hubo varios modelos de familia:
1° Nuclear-simple, integrada por los padres y sus hijos solteros.
2° Nuclear-compuesta, que no era otra cosa que una familia nuclear-simple a la que se añadían algunas otras personas, como niños adoptados, o uno de los abuelos, o un huérfano o cualquier otro sujeto allegado al hogar. Pero en cualquiera de los casos conformaba una unidad simple de producción y consumo; un grupo doméstico donde ya operaba la división del trabajo según el sexo y la edad. El hombre se dedicaba a las tareas consideradas pesadas y duras; labranza, en cuanto a las mujeres a las artes caceras: culinaria, crianza de niños. Pero habían situaciones en que podían intervenir los unos y los otros, como sucedía en el pastoreo, ollería y textilería.

Dentro de los ayllus a la gente se la dividía de conformidad a sus edades hasta en 10 grupos, determinados de acuerdo a la capacidad física para el trabajo. Pero dichas categorías no se las contaba a partir de los recién nacidos a los más ancianos, ni viceversa; sino arrancando de los jóvenes que bordeaban los 25 años de edad. La segunda categoría comprendía a los adultos hasta aproximadamente los 80 años de edad. Y así se iba bajando hasta llegar a los bebés. En cuarto lugar se tomaba en cuenta a los enfermos e inválidos. Sin embargo, los 10 grupos de edad pueden ser resumidos en tres: generaciones en que generalmente se divide la vida de un hombre y de una mujer, respetando su sistema de parentesco. 

Fuente: Los Incas de Waldemar Espinoza

viernes, 3 de febrero de 2017

Vestidos y adornos de los incas

En lo que hace a la vestimenta, en los varones se reducía a un manto (yacolla) y un unco o camiseta que les llegaba hasta las rodillas bajándoles desde el cuello. En las mujeres dicha túnica (anaco) les descendía hasta los tobillos y se la sujetaban con cinturones bastante artístico. La segunda prenda peculiar de estas era la lliclla (manto). Ambos sexos usaban aros y ajorcas en el antebrazo, sortijas en los dedos. Las orejas las adornaban con pendientes; portaban pectorales, collares, huinchas. Muchos de sus adornos constituían amuletos. 


Los sacerdotes del Sol vestían con telas blancas, confeccionadas con melena de vicuña, alcanzándoles desde el cuello a los tobillos: modelo y color que venían usando desde los gloriosos tiempos de Taipicala. 
Sus pies eran protegidos con sandalias de cuero, o mocasines de piel y lanas, sujetándolas con correas atadas al empeine o mediante un filete fijado entre los dedos gordo y segundo del pie. 



El vestido tenía el mismo modelo y corte desde el Sapa Inca al más insignificante uro y chango. Todos gastaban el unco, la yacolla, el anaco y la llicta. La moda en el vestir y de los objetos de ornato personal estaba estancada desde hacía milenios. Pero había diversidad de tocados tanto en forma como en colorido; pues cada etnia poseía y exhibía el suyo propio, dando al Tawantinsuyu un espectáculo abundante, divertido e interesante. El tocado de los costeños, al mismo tiempo que les diferenciaba étnicamente, los protegía del calor y radiación solar. En el traje, según la clase social, lo que variaba es la calidad de la fibra y los decorados. 

El cabello corto de los hombres de la etnia inca influía en la higiene de sus cabezas. Como carecían de vello en el rostro, los ralos del pelo que podían salirles los extirpaban con pinzas. Un servicio regular de hombres expertos en el manejo de cuchillos de obsidiana tenían por misión cortarles y atusarles el cabello a los llamados hijos del Sol. 

Fuente: Los Incas de Waldemar Espinoza

sábado, 28 de enero de 2017

Oráculos y héroes incas

Como oráculos se tenía no únicamente a los ídolos de los dioses sino también a los mallquis o momias de los progenitores de los ayllus y etnias o nacionalidades.
A los grandes señores y caudillos fundadores de ayllus y señoríos se les veneraba después de muertos, conservando sus cuerpos momificados con el nombre de mallquis. los caciques y señores posteriores perpetuaban su memoria y estaban orgullosos de descender de ellos. Les rendían un culto permanente mediante ofrendas y ritos que también comprendían fiestas y sacrificios. Los paseaban procesionalmente por sus chacras para obtener buenas cosechas, también eran llevados a las campañas guerreras para conseguir victorias. Así ocurrió con los chancas, que siempre traían consigo a sus expediciones las momias de Uscovilca Ancovilca.


Las momias o mallquis estaban categorizados según fuera de una familia extensa o ayllu; de una saya, de un reino, o de un imperio. Pero no solo poseían mallquis preservados de manera momificada, sino otros convertidos en piedra, como el caso de Ayar Ucho y Ayar Auca, considerados oráculos.
En otras situaciones a los héroes fundadores los convertían en cerros, como sucedía con los nevados de Raco y Yanacolca (Huariaca/Yaros/Pasco), considerados como los dioses de las comidas guisadas, invocándolos durante las cosechas. Entre los héroes apreciados y adorados tenemos a Yanarramán y Libiac Cancharco, venerados en el área Yacha (Huánuco) y que no son otra cosa que el rayo que al caer en la tierra, de acuerdo al mito, se transformaron en cerros, cerros que los yachas los consideraban sus pacariscas o pacarinas: lugares de origen o procedencia. 

Fuente: Los Incas de Waldemar Espinoza 

jueves, 26 de enero de 2017

División del trabajo de las mujeres en tiempos de los incas

1) Aucacamayoc huarme: mujeres casadas, de 29 a 50 años.
2) Purichacuas: de 50 años, que podían andar y hacer algo en el pueblo.
3) Puñuchacuas: viejas dormilonas.
4) Haucacuna (vaccha cuna): ciegas, mancas, cojas, etc.
5) Sipas: mozas casaderas.
6) Corocunas: motiloncillas de 12 a 18 años, servicio doméstico y ganadería.
7) Pasaupalla: de 9 a 12 años; las que cogían flores para teñir lana.
8) Puclla: de 5 a 9 años; juegos, recolección de leña, transporte de agua y de comida.
9) Lloca: empiezan a andar.
10) Quiraupicac: que están en la cuna.


Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de las fuentes escritas de Luis E. Valcárcel

viernes, 20 de enero de 2017

División del trabajo de los hombres en tiempos de los incas

Murúa ofrece el siguiente cuadro de edades utilizando para dividir el trabajo:

01. Aucacama: de 25 a 50 años; soldados; para todo trabajo.
02. Puricoco (Purij-rucu): de 50 a 65 años; trabajos agrícolas.
03. Puñurun (Puñunruna): de más de 60 años; "viejos que duermen".
04. Ancacona (Uncuj cuna); mancos, cojos, ciegos, tullidos; pequeñas labores.
05. Sayapaja: mozalbetes de 18 a 25 años; ayudantes de los hombres de guerra.
06. Mactacuna: muchachos de 12 a 18 años; guardadores de ganado, aprendices, otras cosas fáciles.
07. Colla: muchachos de 9 a 12 años; cazadores de pájaros, con lazo y liga, hacen plumajes.
08. Pucllacuna: de 5 a 9 años; "que andan jugando", sirven a sus padres.
09. Llocllacuna: de 4 a 5 años, "que empiezan a andar".
10. Quiraupicac o Yacapicac: que están aún en la cuna. 


Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de las fuentes escritas por Luis E. Valcárcel 

viernes, 13 de enero de 2017

Oficios y ocupaciones en tiempos de los incas según Guaman Poma

1. Cucoc Llimpe = Pintores en paredes, quero o mate.
2. Amauta cuna = Oficiales.
3. Llacllac querocamayoc = Carpinteros.
4. Rumita Chicoc = Canteros.
5. Manca llutac = Olleros.
6. Tacac = Plateros.
7. Cumbi camayoc = tejedores de tejido fino.
8. Pachaca = Labradores.
9. Michic = Pastores.
10. Aucamayoc = Tejedores.
11. Cirac = Sastres.
12. Micoc rurac = Cocinero.
13. Suyoyoc = Mayordomo.
14. Collcamayoc = Común.
15. Isapucamayoc = Administrador.
16. Quillca camayoc = Escribano de quipo, cordel.
17. Taquic = Cantores y músicos.
18. Cochoquic, pincolloc camayoc = Flauteros.
19. Aucacamayoc = Guerreros.


Fuente: Historia del Perú antiguo a través de la fuente escrita de Luis E. Valcárcel

sábado, 31 de diciembre de 2016

La vida privada de los reyes incas

Guaman Poma nos informa que eran las moyas grandes huertos que tenía el Inca en los que iba a cazar venados y perdices, empleando lazos toclla y boleadoras o riui; cogía pájaros con redes o llica y con liga o pupa. Así holgábase con su mujer y con los príncipes y demás cortesanos.
Tenía también ciertos truhanes que lo divertían y que llevaban los nombres de Sauca Rimac y Cocho Rimac, quienes procedían de la provincia de Guancavilca; otros que eran yungas y llamábanse Saucachicoc, Acichicoc, Poquiscolla, Millmarinri. Estos últimos eran Collas y todos actuaban como bufones. Los que hacían de actores eran denominados llamallama hayachuco.

Tenía en su casa un patio lleno de pájaros y monos, guacamayos, cernícalos, loritos, tórtolas, chivillos y chaynas, vizcachas y otros animales. 
Había una laguna con pescados y fuentes de agua o uiruypaccha y cantocpaccha. En su jardín y huerta se cultivaban todo género de yuyus para su regalo.
Para amenizar sus días y noches había músicos que tocaban sus instrumentos como: pomatinya, guaylla quepa, pututo, pincullo, antara, pipo, catauri, uaruro, quena quena, chiuca. Iban a su palacio músicos de todo el reino, incluso de los yungas que llevaban su nucaya.

El Inca se enamoraba de las señoras principales de los Collasuyus, de los Canchis y de los Pacajes y favorecía a las de Chinchaysuyu, despertando celos en la señora coya. El Inca solía salir de incógnito, vistiendo como indio pobre, para ver el mundo.
Cuando el Inca tomaba parte de las batallas hacia uso de su honda y con ella arrojaba piedras de oro desde su pillcoranpa (andas). 

Tanto el monarca como la reina recibían con frecuencia muchos obsequios de los señores principales del Imperio, y en su mesa tenía para su regalo comidas escogidas como maíz de las clases que llaman capya utco sara y papas mauay y chaucha y llama blanca cuyro y chiche, y cuyes blancoa, patos, mucha fruta y chicha muy suave que maduraba un mes y a la que llamaban yamor aca. Comía otras muchas cosas que eran prohibidas a la gente común. 

Sus perfumes, como a modo de almizcle o algalia, eran ciertas yerbas llamadas ciyaya e ispinco, con que se ahumaba. Sus joyas contenían piedras finas que en general se denominaban umiña, cuiche, uacori y quispe. Usábase también de las conchas marinas o mullo. 

El Inca se bañaba excepto en las lunas menguante y creciente, porque bajo ellas había peligro de enfermedades. 
Cuando el Inca salía a pasear con sus cortesanas era acompañado de numerosos soldados con sus morriones, estandartes y trompetas; él era conducido en su quispiranpa, así como la coya. Le acompañaban comparsas de danzantes y algunas veces chunchos desnudos, por galas


Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de las fuentes escritas por Luis E. Valcárcel 

martes, 13 de diciembre de 2016

Juzgamiento del inca

A la muerte de cada inca, los ancianos de la corte examinaban su vida y costumbres y si había sido provechoso para el pueblo, eran llamados los quipucamyoc para que registrasen los hechos y hazañas y los conservaran. Cieza de León dice: "Y estos indios que por mandado de los reyes sabían estos romances, eran honrados por ellos y favorecidos y tenían cuidado grande de los enseñar a sus hijos y a hombres de sus provincias y a sus más avisados y entendidos que entre todos se hallaban, y ansi por las bocas de unos lo sabían otros, de tal manera que hoy día entre ellos cuentan lo que pasó ha 500 años, como si fueren 10... Los que sabían los romances, a voces grandes, mirando contra el Inca, le cantaban lo que por sus pasados había sido hecho, y si entre los reyes alguno salía remiso, cobarde, dado a vicios y amigo de holgar, sin acrecentar el señorío del imperio, mandaban que de estos tales hobiese poca memoria o casi ninguna, y tanto miraron en esto que si alguno se hallaba era por no olvidar el nombre suyo y la sucesión, pero en lo demás se callaban, cada una de las momias de los reyes, además del servicio conocido, tenía sus truhanes y decidores que estaban con palabras alegres contentando al pueblo".


Además de los quipucamayoc, eran escogidos por el Inca tres o cuatro hombres ancianos que fueran hábiles para que en cada provincia anotaran las cosas que ocurrían durante el tiempo de su reinado, fuesen prósperas o adversas, y que las tuviesen en la memoria y de ellas hicieran cantares para que más fácilmente fueran recordadas en lo futuro. Dichos cronistas no publicaban lo sabido y solo lo hacían en presencia del propio Inca. Estaban obligados en sus relatos a no hacer referencia alguna a hechos o actos que se relacionaran directa o indirectamente con el monarca reinante, pues solo debían tratar de la historia de sus antepasados, y luego que era muerto el rey, a su sucesor le decían estas palabras: "Oh Inca grande y poderoso, el sol, la luna, la tierra, los montes y los árboles, las piedras y tus padres te guarden de infortunio y te hagan próspero, dichoso y bienaventurado sobre todos cuantos nacieron, sábete que las cosas que sucedieron a tu antecesor son éstas", y luego, puestos los ojos al suelo y bajadas las manos con gran humildad le daban cuenta de todo lo que sabían. Y el nuevo Inca a su vez elegía otros cronistas que cumpliesen la misma función. 

Fuente: Historia del Perú antiguo a través de la fuente escrita por Luis E. Valcárcel

martes, 8 de noviembre de 2016

El matrimonio del Inca

Con respecto al matrimonio del inca, el padre Murúa ofrece los siguientes datos: el Inca y la Coya se tomaban de las manos y se sentaban a comer juntos rodeados de la nobleza y lo primero que comían era la carne del pilco-llama que había sido sacrificado. El banquete seguía con muchas viandas y abundante chicha preparada en grandes tinajas de oro y de plata, algunas de las cuales tenían capacidad de 6 y 10 arrobas: circulaban los vasos de oro y de plata y los mates, con los que brindaban comenzando por el Inca y los cuatro señores de su consejo. Acabada la comida, se repartía coca en bolsones de oro, plata y plumería, mientras el Inca concedía muchas mercedes a los que le habían servido. Muchas horas eran ocupadas por cantos y bailes y cuando éstos concluían se juntaban todos los señores y el más importante entre ellos se dirigía al Inca con estas palabras: "señor, mirad por la coya, nuestra reina y señora; mirad que es vuestra mujer, tratadla bien y honradla mucho; no riñas, señor, con ella".


Y después exhortaba de manera semejante a la Coya, rogándole que sirviese y y obedeciese a su marido. Por último, se encargaba a ambos que mirasen mucho por sus vasallos, que los favoreciesen y tratasen y los tuvieran en un buen orden y concierto. 
la pareja real pasaba entonces a recibir el acatamiento de la nobleza y los muchos obsequios que ésta le hacía. 

Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de la fuente escrita por Luis E. Valcárcel  

lunes, 7 de noviembre de 2016

Los privilegios del Inca

Como un acto ceremonial propio de los reyes, la costumbre de que el Inca fuera servido por los señores del Cusco, quienes se le presentaban descalzos y gachas las cabezas; el monarca se sentaba a comer sin que nadie osase meter mano en el plato que él comía; cuando salía fuera de su palacio era llevado en andas, en hombros de nobles y cuando se detenía a descansar tenía en la plaza su asiento de oro; usaba de continuo un parasol hecho de plumas de avestruz (suri), teñidas de colorado, bebía en vasos de oro y del mismo metal era el resto de su vajilla, muchas mujeres estaban a su servicio.

Dice el padre Murúa que el Inca no se ponía nunca dos veces el mismo vestido y remudaba cuatro en el curso del día; que comía con gran aparato y música; que le servían 20 ñustas o princesas muy hermosas y 400 pajes, todos hijos de nobles; que las comidas y bebidas se le servían en servicio de barro aunque tenía riquísima vajilla de oro, que no comía ni bebía dos veces en el mismo vaso; que tenía por sus médicos y filósofos adivinos a los guanacuc, los cuales andaban desnudos por lugares apartados y sombríos y así andando solos se dedicaban a adivinar y desde que salía el sol hasta que se ponía le miraban con mucha firmeza, sin mover los ojos, y creían descubrir en esa contemplación grandes secretos; vivían una vida muy pura y simple, sin procurarse ningún deleite. 

Cuando el monarca salía de su palacio era precedido por 200 maceros, voceando que iba el Inca; luego salían 2000 cañaris que eran sus guardaespaldas, en seguida 2000 nativos naturales de la región, con sus armas; toda esta multitud caminaba con gran silencio, pues no se oía otro ruido que el de las sandalias. El Inca iba al final con algún orejón cerca de él, para conversarle, y detrás pajes que le llevaban sus propias armas. Así llegaba al templo y en él se colocaba en una tribuna alta y nadie entraba con él sino sus hijos. 

El Inca comía tres veces al día; para servirle a la mesa salía primero un Tucuyricoc o maestre-sala con 50 pajes e iba a la cocina secreta y en platos de arcilla llevaba los manjares y después que él hacía las salvas a todos ellos, lo servía al Inca. Puestos en la mesa de éste nadie ya podía tocarlos. El maestre-sala estaba siempre de rodillas, así como los servidores y los potajes que se le ofrecían estaban cortados y picados tan menudo que no habían menester de cuchillos ni trinchantes. Nadie comía con el Inca a no ser algún hijo. Bebía el vaso que le ofrecía el copero; cargo desempeñado siempre por un noble muy principal llamado, según Murúa, incoxanaimaxi. Agrega la información que el Inca bebía no en los vasos de oro y plata sino en otros de madera preciosa denominados Keros, la cual madera ponía de manifiesto el veneno, en caso de haberse emponzoñado la bebida. El monarca tenía siempre cerca de sí un médico o ampicamayoc


El Inca era conducido en andas muy adornado con pedrería y plumería de todos colores;  dichas andas eran llevadas en hombros por curacas y nobles y dícese que el Inca cuando iba de guerra llevaba en la mano una honda con la cual tiraba desde su asiento para animar a la gente. El tocado del Inca constaba del llauto y la mascapaicha, aquel era un rodete ancho de dos dedos, muy labrado de oro y chaquira con muchas piedras y dijes, que le ceñía la cabeza y sobre el cual se colocaba penachos y plumajes, excepto en las batallas en que llevaba una celada. En cuanto a la mascapaicha, era hecha de lana con hilos y estampas de oro

Fuente: Historia del Perú antiguo a través de la fuente escrita por Luis E. Valcárcel 

La coronación del Inca

Eran muy solemnes las fiestas que se realizaban en la coronación de los incas, en que se hacía uso de gran cantidad de vasos de oro y de plata y muchas figuras pequeñas de llamas hechas de los mismos metales, gran suma de ropa de cumbi, grande y pequeña, muchas conchas de la mar de todas clases, mucha plumería y un millar de llamas que eran sacrificadas.
El sumo sacerdote sacrificaba a un niño de seis a ocho años y pronunciaba la siguiente oración ante la imagen de Wiracocha: "Señor, esto te ofrecemos, porque nos tengas en quietud y nos ayudes en nuestras guerras, y conserves a nuestro señor el Inca en su grandeza y estado, y que vaya siempre en aumento, y que les des mucho saber para que nos gobierne". Concurrían a esta ceremonia los curacas de todo el reino y se hacía en presencia de los dioses y huacas del imperio.


Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de la fuente escrita por Luis E. Valcárcel.  

jueves, 27 de octubre de 2016

La red de caminos del Tawantinsuyu

En el Tawantinsuyu habían dos vías troncales de comunicación:

El camino de los llanos, de Chala y el camino de Waina Qhapaq o el Qhapaq Ñan (el más grande), de los Andes.
Uniendo lugares estratégicos de ambos caminos principales existían otros caminos transversales, de enlace entre diversas llactas o pueblos y curacazgos.
Por último no faltaron caminos especiales; de penetración hacia la Ceja de Selva (al Antisuyu, a Chachapoyas, por ejemplo) o a un asiento minero de importancia (a Porco, por ejemplo).

Los caminos secundarios que conectaban las llactas y curacazgos entre sí y a las vías troncales formaban una gigantesca red vial.
Estos caminos se habían hecho sobre los senderos, de trazo antiguo: Construidos primigeniamente para unir las comunidades aldeanas con las chacras un tanto alejadas.

a) Para vincular las chacras entre sí.
b) Para trasladarse a los corrales de auquénidos.
c) Para controlar las tomas de agua.

Cuando surge la necesidad de comunicarse entre aldeas vecinas, entre etnias y macroetnias, entre reinos y confederaciones, estos caminos se van extendiendo, van ocupando otros espacios terrestres; con ellos se puede dominar una mayor área geográfica. Pero sus límites no sobrepasaban las riberas de un pequeño valle; salvo algunas excepciones para conectarse con el del valle vecino, cosa que habría sido posible entre un valle costeño y otro andino, más que entre solo valles costeños y andinos entre sí. 
Es que entre los valles de la costa se extienden temibles zonas áridas. Entre los valles de las zonas andinas se interponen los accidentes cordilleranos. En cambio, los ríos de las vertientes del pacífico y del Atlántico están separados por espacios terrestres muy pequeños en sus cuencas altas; de tal manera que casi existe una continuidad entre ellos, lo que facilita su interconexión vial y comunicadora. 
Esa realidad fue muy bien interpretada por los antiguos andinos. Por eso, sus primeros caminos más allá de sus propios valles los hicieron en dirección al valle aledaño de la otra región natural.


Cuando los incas, aprovechando esa red inicial de caminos que principalmente existía en las hoyas hidrográficas, deciden hacer caminos de comunicación intervalle, dan origen las vías principales estratégicas y las dos grandes vías troncales.

Julio R. Villanueva dice: "La virtud de los emperadores del Tahuanyinsuyu fue interconectar el mundo andino de manera longitudinal".

Fuente: El Perú en los tiempos antiguos Autor Julio R. Villanueva Sotomayor.

jueves, 20 de octubre de 2016

El compañero fiel de la nobleza preinca

En las antiguas tumbas andinas las momias de los nobles siempre estaban rodeadas de objetos que les podía servir en el más allá. El noble rico era enterrado con más cosas que el de un noble menos rico. Por ejemplo los nobles como el Señor de Sipán, fueron enterrados con sus mujeres, guerreros, animales, joyas, ceramios, textiles, etc. Menos cosas se han hallado en las tumbas de nobles de jerarquía inferior. Pero el esqueleto del perro siempre ha sido un distintivo común. 


El tipo de perro que criaron principalmente los nobles de la época preinca es el llamado perro de cola larga, de color blanco o negro con manchas marrones. Se le puede comparar con el actual perro chusco. 
Tenía un promedio de vida de 12 años, era de colmillos grandes. Se alimentaba de los restos de animales que se cazaban. Justamente por su carácter agresivo, fue utilizado para la caza, principalmente los venados; había sido utilizado para acorralarlo. Luego su amo se encargaba de matar a su presa con lanzas, flechas y cuchillos.

El perro vivió junto al hombre andino desde los primeros asentamientos humanos. Durante el precerámico el perro fue domesticado por los primeros cazadores del Ande y se desplazaba junto a su amo en búsqueda de presas. Al período Poémape pertenecen los esqueletos de perros hallados en las tumbas de la nobleza de la cultura Cupísnique. 
Las huellas de perros en barro fresco encontradas en las excavaciones de tumbas en el valle de Saña pertenecen al período Purulen.
Las primeras representaciones del perro en esculturas pertenecen a la cultura Moche, donde se había constituido como guardián y compañero de nobles y sacerdotes. Pero en épocas posteriores, este perro de cola larga fue reemplazado por el perro sin pelo, mal llamado perro chino, Sus funciones cambiaron y se utilizó más en el hogar que en la cacería. 

Sobre el origen de esta raza hay varias teorías, una de ellas afirma que apareció junto con la migración de personas que viajaron con sus perros de Asia a América a través del estrecho de Bering.

Fuente: Perú en los tiempos antiguos Julio R. Villanueva Sotomayor

martes, 18 de octubre de 2016

Los primeros mitos de Ai-Apaec

Ai-Apaec fue el héroe salvador que llegó a las tierras mochicas para ayudar a los seres humanos, que por entonces vivían acechados por seres monstruosos que generaban caos y desorden. Una de estas criaturas siempre rodeada de serpientes, usualmente se desplazaba por las montañas, donde capturaba incluso a las personas. Algunas veces este monstruo de rasgos antropomórficos, transformaba su apariencia en un cuadrúpedo de largo hocico con prolongados apéndices que se desprendían de la cabeza. Otras criaturas vivían en las profundidades del mar; entre ellas destacaban un cangrejo y un pez, ambos con rasgos humanizados, que también gustaban de tomar la vida humana. Ai-Apaec, personaje con atributos de felino, combatió contra dichos seres y los venció utilizando sus poderes y un poderoso cuchillo. En esta lucha por vencer los peligros circundantes y restablecer el orden en la tierra, transitó por distintos mundos, enfrentó a las fuerzas de la noche y el océano y realizó ofrendas a las divinidades, Ai-Apaec, aunque de apariencia humana, solía tener colmillos de jaguar, llevaba un tocado de felino, plumas de aves en la cabeza y cinturones de serpientes. El héroe suele aparecer acompañado de una iguana antropomorfa y un perro pequeño pero bravo. Juntos llegaron para vencer y restaurar el orden en el mundo. 

Por cada triunfo, Ai-Apaec capturaba la fuerza o esencia de sus oponentes y la usaba para apropiarse de los recursos y espacios que sus adversarios habían perdido. Es por ello que puede verse a Ai-Apaec pescando en el mar y cazando venados en las zonas altas de los valles. Así conquistaba el mundo salvaje.  


Fuente: Culturas antiguas del Perú Edit. Septiembre

sábado, 15 de octubre de 2016

El gran héroe Mochica llamado Ai-Apaec


Las élites mochicas emplearon mitos y rituales en los templos para dar forma a una identidad común y legitimar su poder ante la población. Dichos relatos parecen haber tenido hechos históricos vividos como en los valles de Moche y Chicama (conflictos con otras comunidades), pero fueron expresados como mitos. Así apareció y se difundió la figura de Ai-Apaec. Este personaje era un héroe que inspiraba valores que realizaban la identidad mochica, especialmente en los guerreros. Sus mitos funcionaban además como metáforas del proceso social de expansión y conquista que protagonizaron los mochicas, quienes fueron considerados representantes de Ai-Apaec otorgándose el legítimo derecho de gobernar y ocupar un lugar primordial en la jerarquía social. 
A través del mito de Ai-Apaec se explicó como se había resuelto la disputa por los recursos con las comunidades vecinas y se configuró la imagen de los foráneos con miedo y rechazos, pues se les consideraba criaturas temibles y peligrosas. Las poblaciones de los valles altos fueron representados como criaturas en forma de serpiente y la de los pescadores como feroces monstruos marinos. Todos debían enfrentarse a Ai-Apaec y ser vencidos por él, es decir conquistados por los guerreros mochicas. Así, la figura de Ai-Apaec se convirtió en el referente cultural de los mochica y dio mística a los guerreros de los estados mochicas. Estos evocando la figura del líder mítico, se enfrentaban a sus vecinos y reclamaban tierras y recursos. 
Conquistar los espacios de altura y el litoral era fundamental. no solo por los abundantes recursos de esas zonas, sino también por su valor simbólico. Las montañas eran consideradas el lugar de origen de la vida ya que los ríos y el sol llegaban desde ahí para fertilizar los valles. El mar era el fin, el paso hacia el inframundo, donde el sol desaparecía para luego renacer, y las aguas de los ríos se tornaban saladas y perdían su poder fertilizador.

Fuente: Culturas antiguas del Perú Edit. Septiembre

lunes, 3 de octubre de 2016

Los funerales del Inca

Según Peter Kaulicke, cuando el inca moría se llevaba a cabo un ritual que duraba diez días y que constaba de las siguientes etapas:

  • Las personas que vivían con él comenzaban a ayunar, se quitaban todo adorno y se quedaban en áreas oscuras durante tres días. 
  • Se invitaba a los nobles al Cusco para escoger un sucesor, quien anunciaba oficialmente la muerte del inca.
  • Los nobles (orejones) ofrecían al nuevo inca regalos y camélidos para el sacrificio. 
  • Después de tres días de encierro, todos se lavaban en un arrollo para "limpiarse" de la muerte, Se cambiaban de ropa y pintaban los rostros. 
  • Las viudas del inca, sus hijos y otros parientes eran seleccionados para el sacrificio. 
  • Dichas personas eran sacrificadas en una ceremonia, para ser enterradas con objetos de oro y plata de acuerdo con su género, tareas y labores sociales.
  • Durante una ceremonia en la plaza central, los nobles lloraban y recitaban las hazañas de los fallecidos. 
  • El cuerpo era preparado para el entierro.
  • Se realizaba la Capacocha o sacrificio ritual de niños de ambos sexos, quienes eran enterrados vivos para servir al inca en su nueva residencia. 
  • Miembros de la élite acompañaban a los líderes regionales para preparar los rituales de duelo en las provincias. 
  • Se distribuían camélidos y chicha de maíz entre los asistentes. 


Fuente; Culturas del Antiguo Perú Edit. Septiembre

lunes, 26 de septiembre de 2016

La función de los sacerdotes Chavín

Los sacerdotes de Chavín tenían un conjunto de conocimientos que les permitía tener poder: podían interpretar el movimiento de los astros para saber cuándo se podía empezar a cosechar o cuándo comenzaría la estación de las lluvias. Además habían aprendido a interpretar distintos signos de la naturaleza y con ello advertir a la comunidad sobre posibles fenómenos por venir. En posibles términos de esa época, los sacerdotes dialogaban con las fuerzas de la naturaleza, y como encargados de los oráculos, tenían la capacidad de interceder entre ellas, los templos y la gente.

La autoridad que los sacerdotes obtenían por estos conocimientos los colocaba en el centro de la atención. Si sus predicciones eran acertados, los centros ceremoniales y oráculos adquirían buena reputación. Eso ocurrió con los sacerdotes de Chavín, ellos fueron desarrollando una gran capacidad de convocatoria y a la vez poder político y económico sobre las comunidades de la época. 
Su centro ceremonial era famoso y reconocido, atraía a personas de otras regiones, que llegaban con regalos para solicitar servicios a los sacerdotes y oráculos, y al mismo tiempo crear o reforzar los lazos con los pobladores del lugar. 
Los sacerdotes tenían instrumentos especiales para analizar el curso de los cuerpos celestes, como el altar choque chinchay, una roca de 10 toneladas con 7 orificios circulares que se llenaban de agua para formar espejos y observar un conjunto de estrellas conocidas cómo las pléyades. Esto servía para predecir la llegada de las lluvias, información muy importante para las poblaciones agrícolas de los Andes. 


Fuente: Culturas andinas 2 "Chavín" Editorial Septiembre 

 

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