La isla de Creta, la de mayor tamaño del mar Egeo, fue el escenario donde se desarrolló la civilización minoica, llamada así en honor al legendario rey Minos. Fue la primera de Grecia que se extendió hasta algunas de las islas Cícladas e incluso a la parte continental.
Entre los años 2 500 y 1 500 a.n.e. en los inicios de la edad de bronce, la isla de creta fue el centro de una civilización conocida como minoica o cretense, una de las más antiguas de Europa. Creta es la isla más grande del mar Egeo, con cerca de 8 300 Kilómetros cuadrados. Su terreno es montañoso y sus cumbres alcanzan más de 2 000 metros de altitud. Cuenta con llanuras y valles fértiles, ideales para la agricultura y ganadería. La influencia de la cultura minoica, se extendió sobre una pequeña área de Grecia Continental y sobre las islas Cícladas. Estas últimas se llaman así porque se disponen alrededor de la isla de Delos, pues ciclos significa "anillo". Si bien es pequeña, Delos fue fundamental en la historia griega. Las Cícladas son más de veinte y destacan Naxos, Paros, Mikonos, Andros, Íos y Santorini.
Creta posee una estratégica ubicación geográfica, pues es el punto de intersección de las rutas comerciales entre Europa, Asia y África. Durante el tercer milenio, los cretenses alcanzaron paulatinamente altos niveles de productividad agrícola, sobre todo en olivares y viñedos, lo que les permitió exportar aceite y vino. Al mismo tiempo ofrecían en los mercados externos una variedad de artesanías de cerámica y metal y compraban materias primas mineras: cobre de Chipre, plata de Grecia, oro de Egipto y estaño de Europa Occidental. Los cretenses articularon la primera talasocracia, es decir, el primer imperio marítimo y llegaron a desarrollar, través de los siglos, una poderosa flota naval, reflejo de su poder económico y comercial. Todo aquello favoreció su expansión por tierra firme, por lo que llegaron a ser maestros de los pueblos griegos establecidos al sur de la península Balcánica, particularmente de los aqueos, estos sin embargo, buscarían más adelante imponer su predominio y acabarían con la hegemonía cretense.
En Creta se desarrollaron novedosos elementos culturales. Un ejemplo claro fue un sistema de escritura conocido como Lineal "A", que aún no ha sido totalmente descifrado. Estaba formado por 137 signos, cada uno de los cuales representaba una sílaba. Su utilidad principal es registrar los pagos y los productos que se almacenaban en los depósitos de los palacios, tales como: lana, miel, vino, aceite, madera y cereales. Se han hallado unas 400 tablillas de arcilla con inscripciones de este tipo.
En creta había varios centros de administración y por lo tanto, coexistieron varios reyes que dominaban distintos sectores de la isla. Estos reyes gobernaban desde los palacios que, además de su residencia, eran los centros desde donde se administraba la vida económica y política.
En los palacios se almacenaba la producción, se distribuían los bienes, se designaban los hombres para realizar alguna tarea especifica, se registraba la producción existente y se albergaba a los artesanos. Los principales palacios minoicos que se han encontrado son los de Cnossos, Festos, Mallia y Hagia Tríada, aunque sin duda el primero es el más famoso. Los palacios tenían dos o más pisos y contenían muchas habitaciones extensas y pasillos que se agrupaban en torno a un patio central. Contaron con un complejo sistema de distribución del agua, compuesto por desagües y canales. Sus muros fueron construidos con piedra caliza y se les reforzó con vigas de madera para evitar que los terremotos que azotaban constantemente en la zona los destruyera. Estos palacios no estaban fortificados, debido a que los habitantes de la isla se dedicaban, principalmente al comercio, y los ataques militares no eran frecuentes.
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