La religión incaica sirvió, desde sus orígenes en los andes, como un instrumento de dominación ideológica de las clases dominantes. Una divinidad importante de los incas era Apucontiqui Wiracocha, "el ordenador del mundo"; aparecía como un civilizador y no como un creador; era el señor que ponía el orden (cosmos) sobre el desorden (caos). El sapa Inca y su nobleza se consideraban como los ordenadores del caos andino.
A partir de su religión mantenían una concepción cíclica de los acontecimientos, en correspondencia con su cosmovisión. Se profetizaba que tras el orden que los incas implantaron con su divinidad que vendrá un período de caos, y que luego retornará el apocontiqui Wiracocha para reimplantar el orden.
la religion incaica creían que la vida de hombres, animales y plantas estaba protegida por los dioses, con los cuales se debía compartir comida, vestido, placeres, dolores y todo cuanto uno conseguía para sí. Era una religión que no distinguía como opuestos o separados el mundo de los vivos y de los muertos o el de los dioses y el de los humanos.
La práctica religiosa era parte de la vida de los ayllus, se relacionaba con los quehaceres cotidianos y el trabajo productivo de la población incaica. La manera como los incas interpretaban su mundo se llamó cosmovisión andina que determina las características sociales, políticas, económicas y religiosas de la cultura inca, puesto que la cosmovisión de los incas se sustentó en la noción de dualidad, que lleva implícita las ideas de complemento, equilibrio y armonía.
La pacarinas y los wamanis son venerados inclusive hasta nuestros días; porque expresan esa relación espiritual del hombre con la tierra y la producción de alimentos. Por eso las clases dominantes del imperio respetaban a los dioses locales de los diferentes pueblos; aunque también impusieron los suyos y obligaron a los ayllus (pueblos) a rendir culto a los dioses del imperio. Para ello erigieron templos en todas partes y hubo sacerdotes consagrados al culto de las divinidades; el sacerdote principal era Huíllac Umu, vivía en el Cusco y era hermano o pariente del Inca. Estaba dedicado al culto de las divinidades del Imperio y tenían la facultad de organizar y celebrar las fiestas religiosas más importantes.
Unos sacerdotes de menor jerarquía, que procedían casi siempre de un mismo ayllu llamado Tarpuntay, formaban los diez Willcas al lado del Huíllac Umu. En orden jerárquico los seguían otros sacerdotes de más baja condición social, llamados Yanavillcas; estaban encargados de celebrar las fiestas religiosas.
Había dioses en todas las regiones y en los distintos grupos étnicos; pero los dioses incaicos tenían la mayor jerarquía, las principales divinidades incas fueron:
Sol: Conocido como Inti o Punchao, era el dios que fertilzaba la tierra y daba, vida, salud y paz. Los incas se consideraban hijos del Sol, por lo que hicieron oficial el culto a dicha divinidad; el templo más importante en su honor fue el Coricancha.
Wiracocha: Dios difundido desde el predominio Wari y Tiwanaku. Considerado como el dios ordenador que puso fin al caos precedente, los incas continuaron rindiéndole culto, aunque a nivel inferior que al Sol.
La Pachamama: Diosa que representaba a la tierra y a la producción de alimentos.
Pachacamac: Dios subterráneo capaz de producir terremotos. Compartía con Wiracocha el atributo de ordenador del mundo.
La Quilla: Divinidad que representaba a la Luna y según la dualidad andina era la esposa del Sol. Su culto se asociaba a los muertos y fertilidad.
Illapa: Dios del rayo, del trueno y relámpago.
Pariacaca: Dios de las lluvias torrenciales
NO
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