Tal vez la característica más distintiva de la especie humana es el lenguaje. Aunque los sonidos y los gestos que hacen algunos animales especialmente otros simios que pueden servir para funciones comparables a las del lenguaje humano, ningún otro animal ha desarrollado un sistema de comunicación simbólica tan complejo como el de los humanos. Idioma permite a las personas para preservar y transmitir innumerables detalles de su cultura, de generación en generación.
La antropología lingüística es el estudio de las lenguas humanas mirando a su estructura, la historia y la relación con los contextos sociales y culturales.
La rama de la antropología que estudia las lenguas humanas se llama antropología lingüística. Aunque comparte los datos y métodos de la disciplina más general de la lingüística, se diferencia en que las utiliza para responder a cuestiones antropológicas relacionadas con la sociedad y la cultura, como el uso de la lengua en las comunidades de habla. Cuando este campo comenzó, hizo hincapié en la documentación de las lenguas de las culturas bajo estudio etnográfico, especialmente aquellos cuyo futuro parecía precaria. El dominio de las lenguas nativas de América con las estructuras gramaticales muy diferentes a las lenguas indoeuropeas y semíticas a las que estaban acostumbrados los académicos euroamericanos dieron lugar a la noción de la relatividad lingüística.
Esto se refiere a la idea de que la diversidad lingüística refleja no sólo diferencias en los sonidos y gramática, pero las diferencias en la manera de ver el mundo. Por ejemplo, la observación de que la lengua de los indios Hopi del suroeste de Estados Unidos no tenía palabras para el pasado, presente, y futuro llevó a los primeros defensores de la relatividad lingüística que sugiere que los hopis tenían una concepción diferente del tiempo. Del mismo modo, la observación de que los norteamericanos habla inglesa utilizan una serie de palabras de argot, tales como la masa, dólar, polvo, botín, dinero, cambio, papel, pastel, Moolah, benjamins, y pan para referirse al dinero podría ser producto de la lingüística la relatividad. La profusión de nombres ayuda a identificar algo de especial importancia para una cultura. Por ejemplo, la importancia del dinero dentro de la cultura norteamericana es evidente en la relación entre el dinero y el tiempo, la producción y el capital en frases como "el tiempo es dinero" y "pasar el tiempo".
Las ideas complejas y prácticas integrales para la supervivencia de una cultura también puede reflejarse en el lenguaje. Por ejemplo, entre los nuer, un grupo nómada que viaja con animales de pastoreo en el sur del Sudán, un bebé que nació con una deformidad visible no se considera un bebé humano. En su lugar, se llama a un hipopótamo bebé. Este nombre permite el retorno seguro de los hipopótamos del río donde pertenece. Estos niños no serían capaces de sobrevivir en esta sociedad, y en la práctica lo lingüístico es compatible con la opción compasiva los nuer han tenido que hacer.
La noción de relatividad lingüística ha sido cuestionada por los teóricos que proponen que la capacidad humana para el lenguaje se basa en los universales biológicos que subyacen a todo pensamiento humano. Recientemente, el canadiense científico cognitivo Steven Pinker ha llegado a sugerir que, a un nivel fundamental, el pensamiento es no verbal. Un enfoque holístico considera al lenguaje antropológico de tener tanto una base biológica universal y el patrón cultural específico.
Investigar preguntas acerca de las relaciones humanas a través del lenguaje puede implicar centrándose en eventos específicos del habla. Estos eventos forman un discurso o una comunicación extendida sobre un tema en particular. Estos eventos de habla revelan cómo los factores sociales tales como la situación económica, edad o género afecta a la forma en que un individuo usa el lenguaje de su cultura. El antropólogo lingüístico podría examinar si la tendencia para las mujeres en los Estados Unidos para poner fin a las declaraciones con una inflexión ascendente, como si la declaración era una pregunta, refleja un patrón de dominación masculina en esta sociedad. Dado que los miembros de cualquier cultura puede usar una variedad de diferentes registros y las inflexiones, los que eligen usar en un caso específico transmitir significados particulares.
Al igual que con la perspectiva antropológica sobre la cultura, el lenguaje es igualmente considerado como vivo, maleable y cambiante. Las herramientas en línea tales como diccionario urbano seguimiento de los cambios en el argot norteamericano, y los diccionarios tradicionales incluyen nuevas palabras y usos de cada año. Las implicaciones de estos cambios en el lenguaje ayudará a aumentar nuestra comprensión del pasado humano. En la elaboración de las relaciones entre las lenguas y examinar sus distribuciones espaciales, los antropólogos lingüísticos puede estimar el tiempo que los hablantes de estas lenguas han vivido en lo que hacen. Mediante la identificación de esas palabras en lenguas relacionadas que han sobrevivido de una lengua ancestral antiguo, estos antropólogos lingüísticos también puede sugerir no sólo que, pero ¿cómo vivió los hablantes de la lengua ancestral. Este trabajo ha demostrado, por ejemplo, las relaciones lingüísticas entre grupos geográficamente distantes, como la gente de Finlandia y Turquía.
Antropología lingüística se practica en una serie de ajustes aplicados. Por ejemplo, los antropólogos lingüísticos han colaborado con las minorías étnicas en el renacimiento de las lenguas suprimidos o perdidos durante los periodos de opresión por parte de otro grupo étnico. Este trabajo ha incluido ayudando a crear formas escritas de lenguas que existían anteriormente sólo por vía oral. Este tipo de antropología lingüística aplicada representa la verdadera colaboración que caracteriza a la investigación antropológica en la actualidad.
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