Se entiende por Corriente Libertador del Sur al proceso de independencia de Argentina, Chile y el Perú. Fue Argentina el primer país en proclamar su independencia y ejecutó planes para liberar a Chile y Perú del gobierno Español.
San Martín inició la organización del ejército libertador con la creación del regimiento Granaderos a Caballo y el Ejército de los Andes en Mendoza. La ruta ya estaba trazada: primero había que cruzar los Andes, liberar Chile y continuar al Perú por vía marítima, aprovechando la presencia militar española en el mar.
Luego de cruzar los Andes (enero 1817) por los pasos de Auspallata y los Patos arribó a Chile y en colaboración con las guerrillas de ese país hostilizó al gobernador Marco del Pont, logrando derrotarlo en Chacabuco; pero fueron sorprendidos en Cancha Rayada por el general realista Mariano Osorio, enviado por el virrey Pezuela. La consolidación definitiva de la independencia de Chile se logró en Maipú el 5 de abril de 1818 nombrándose luego a Bernardo Ohiggins como Director Supremo de ese país.
El gobierno chileno (y los comerciantes de Valparaíso) interesados en dominar el mercado peruano contrataron los servicios del escocés Thomas Cochrane el mismo que entre 1819 y principios de 1820 realizó dos viajes al Perú.
ACTA DE RANCAGUA
Los oficiales del Ejército de los Andes firmaron en Rancagua una declaración en la que decían que la autoridad de San Martín no caducaba porque "su origen, que es la salud del pueblo, es inmutable". Gracias a este apoyo San Martín se sintió con el suficiente poder para emprender la campaña del Perú.
SAN MARTÍN EN EL PERÚ
Los objetivos de éste marino consistirían en: Difundir la prédica independentista por la Costa Peruana, reconocer el territorio ocupado por los realistas y destruir los principales objetivos españoles en el Perú. Así, Lord Cochrane tuvo incursiones en el Mar Peruano. En la primera, llegó hasta Paita, después de haber combatido con buques españoles en el Callao; y en la segunda, llegó hasta Guayaquil, capturando dos naves españolas. La guerra en el mar hizo perder el mercado chileno a los comerciantes limeños y a los productores costeños. Con estos reveses, sin embargo, la élite limeña ratificó su “Fidelismo”. Otros sectores, en cambio, vieron en esas acciones la ocasión de independizarse de España. Incentivado por esas correrías, el cabildo de Supe se declaró independiente en abril de 1819.
EL ARRIBO AL PERÚ
El 21 de agosto de 1820, se embarcó de Valparaíso el ejército expedicionario en 16 navíos mandados por el almirante Cochrane; estas fuerzas constaban de 4 118 efectivos (cuya mitad de los cuales eran negros libertos), de los que 413 eran artilleros, 652 de caballería y los restantes del arma de infantería. El 7 de setiembre, el ejército patriota estuvo frente a Paracas. En seguida ocupó Pisco, el 8 de setiembre. La división colonial del coronel Manuel Quimper, que estaba destacada en Pisco para resguardarlo de un previsible desembarco independiente, no dio la cara y huyó con su jefe, rumbo a Ica.
Al desembarcar, San Martín, el Virrey fue tomado por sorpresa, pues no había previsto que tal cosa sucediese, y, en esos momentos él se dirigía a jurar la Constitución de 1812, que nuevamente había entrado en vigencia al estallar, en España, la revolución del general Del Riego. A todo esto se agrega que sus fuerzas se hallaban diseminadas por todo el territorio y que no obstante suma 23 000 hombres, en ese momento era imposible reunirlos, por ello, pensó ganar tiempo planteando a San Martín la realización de entrevistas para, así, llegar a un entendimiento.
La Conferencia de Miraflores
Las conferencias tuvieron lugar en Miraflores, el 24 de setiembre, participando los siguientes personajes:
El resultado de la Conferencia de Miraflores fue infructuosa por que ninguno de los dos bandos cedieron a sus planteamientos; fue la primera vez que se conocieron las ideas monárquicas de San Martín en el Perú.
Expedición a los Andes Centrales
Fracasada la conferencia de Miraflores (que acabó el 4 de octubre de 1820), ese mismo día, San Martín envió, desde Pisco, 1242 soldados, al mando del general Álvarez de Arenales, a la sierra central, a propiciar la independencia de sus pueblos y a ganar adeptos entre sus habitantes. Arenales se dirigió a Ica. Esa ciudad estaba resguarnecida por una tropa de 800 soldados realistas al mando del coronel Quimper. En la madrugada del 6 de octubre, cuando estaba cerca de Ica, Arenales recibió a dos compañías del ejército de Quimper que deseaban pasarse al lado patriota. También se enteró que Quimper había huido junto con los demás, hacia el oriente. Por tanto, Ica pudo ser tomada de forma pacífica.
Luego, Álvarez de Arenales siguió el camino a la sierra. Pasó por Huamanga, Huancayo, Jauja y Tarma encontrando el apoyo de los indígenas en todos estos lugares. En Tarma, se juró la independencia el 29 de noviembre de 1820, aboliendo el tributo indígena. Siguió luego hacia Cerro de Pasco donde sus tropas se enfrentaron a las tropas realistas comandadas por el general O’Reilly que contaban con 1 300 hombres pero que tenían una pobre moral a comparación de los patriotas, quienes finalmente vencen. Era el 6 de diciembre de 1820.
San Martín en Huaura y acontecimientos favorables para la independencia
El grueso del ejército independiente, al mando del mismo San Martín, partió de Paracas en los barcos de Cochrane, que terminó de transportar todas esas tropas en Ancón, el 30 de octubre. Se dirigió hacia el norte, entre el 10 y 12 de noviembre estuvo en Huacho, trasladándose enseguida a Huaura, donde estableció su cuartel general.
Estando en Huaura San Martín, numerosos acontecimientos favorables a la causa se sucedían en el territorio peruano. Entre estas se encuentran:
Captura de la “Esmeralda” el 6 de diciembre de 1820, por parte de Cochrane y Guise.
Motín de Aznapuquio.
Ante la ineficacia del Virrey Pezuela en la lucha contra los patriotas, el 29 de enero de 1821, una comitiva de 18 altos jefes realistas (Canterac, Valdés, García Camba, J. Ramón Rodil, entre otros) le exigen al Virrey Pezuela que, por falta de firmeza y por actuar con guante de seda contra los patriotas, le entregue el mando a La Serna. Luego de este motín, la Corona española reconoce a José de La Serna como nuevo Virrey.
Conferencia de Punchauca.
Con nuevo Virrey, tanto los patriotas como los realistas intentarán llegar a un nuevo acuerdo en la Hacienda Punchauca, departamento de Lima. Intercambiaron opiniones desde el 25 de marzo hasta el 21 de mayo de 1821. En ella participaron los siguientes representantes:
En esta reunión, los realistas vuelven a plantear la sujeción a la Constitución de 1812 y los patriotas defienden la Independencia. En las primeras conversaciones sólo se acordó una tregua de veinte días, hubo luego una conversación directa entre San Martín y La Serna, la cual se realizó el 2 de junio de 1821; en esta entrevista, el primero propone la creación de triunvirato de Regencia, dirigido por La Serna hasta la formación de una Monarquía Constitucional, con un Rey originario de la Casa Borbón. Esta propuesta pudo funcionar, pero el alto mando realista, conformado por Canterac y Valdés, la rechazó.
Al fracasar esta última negociación, se recrudece el accionar de las “Montoneras” de la sierra las cuales avanzan hacia Lima, causando terror a los comerciantes, profesionales y a la población limeña más acaudalada; es decir, la aristocracia criolla y peninsular.
La Serna abandona Lima.
La vida de los realistas en la capital se hacía insostenible, debido a la acción de los guerrilleros, al bloqueo del Callao por los navíos de Cochrane, al sentimiento popular en contra y la deserción de sus fuerzas que se pasaban a filas patriotas. Por estos motivos, La Serna abandonó la capital a comienzos de julio, dirigiéndose a la sierra central y sur donde se reuniría con el grueso de sus fuerzas que estaban dirigidas en ese momento por Canterac.
Ocupación de Lima por San Martín y la proclamación de la Independencia.
Apenas se fueron los españoles, San Martín fue recibido en Lima en medio del júbilo popular y recelos de la aristocracia colonial, obligada por las circunstancias a asumir una postura libertaria. Actitud comprensible si se recuerda que entre ella y el ejército de La Serna se encontraban las montoneras y guerrillas dispuestas a entrar en acción. Rehusarse era para muchos el equivalente a firmar su propio arresto, confiscación, pérdida de empleo o exilio. En tales condiciones, la firma del acta por parte de la aristocracia y los ultracolonialistas el 15 de julio y la declaración de la independencia el 28 de julio fueron meras formalidades. La verdadera emancipación del Perú no se lograría mientras las tropas realistas continuasen dominando las zonas más ricas del país.
PROTECTORADO
La proclamación de la independencia marcó sólo el inicio de una serie de transformaciones y no puso fin a la presencia hispana en el Perú. Las tropas realistas se concentraban en la sierra sur del Perú, donde se encontraron el apoyo de algunos sectores de la población. La capital se mantuvo en una actitud vacilante entre los patriotas y realistas.
San Martín era partidario de transformaciones graduales, por ello creía que la Monarquía Constitucional sería la mejor forma de gobierno para el Perú. Se produjo de esta manera el primer debate político. Es decir, Monarquistas versus Republicanos.
En ese estado de cosas, las personas notables de Lima y los jefes del Ejército Libertador, pidieron a San Martín que asumiera el mando de la naciente república. Así para facilitar sus proyectos monárquicos y sus negociaciones con el Virrey, San Martín no estableció en el país una república, sino un “Protectorado”, autoproclamándose “Protector del Perú”. Con ello también ponía en relieve que su intención no se orientaba a la total independencia del Perú, sino una independencia relativa, puesto que toda forma de “Protectorado” es la expresión de un monarquismo vergonzante.
En su calidad de “Protector del Perú”, San Martín procedió a formar su gabinete ministerial, con un definido tinte negociador y no de guerra. Nombro tres ministerios de estado, los cuales fueron:
- DE RELACIONES EXTERIORES a García del Río, que había participado en todas las negociaciones con los coloniales, y que por tanto, era un ferviente partidario de la monarquía en el Perú.
- DE GUERRA a Bernardo de Monteagudo, que no tenía ninguna habilidad militar, sino política.
- DE HACIENDA a Hipólito Unanue, que había oficiado de representante del Virrey en las negociaciones de Miraflores y Punchauca, en las que resultó imbuido de la conveniencia del monarquismo sanmartiniano.
EL ESTATUTO PROVISORIO.
El Estatuto de Gobierno fue una norma de emergencia, provisional, correspondiente a una situación revolucionaria para un Estado emergente, que había conquistado su independencia parcial y que trataba de culminarla. En sus principios declarativos fue de corte liberal, porque incluía la defensa de los derechos del hombre, que habían inspirado la Revolución Francesa y la independencia Norteamericana.
Así fue como para legitimar su poder San Martín en octubre de 1821 estableció este Estatuto que sin lugar a dudas fue la base jurídica del Protectorado. En ella se menciona, entre otros puntos, la división de poderes, establece la religión católica como oficial, aprueba el delito de traición a la patria y considera ciudadanos del Perú a todos los nacidos en América.
OBRAS Y ACONTECIMIENTOS DEL PROTECTORADO.
Durante el año y 17 días que duró el Protectorado se realizaron muchas obras o acciones para echar a caminar la República Peruana y señalar las bases para sentar el proyecto de una monarquía constitucional. Sin embargo, el punto más criticable hacia la figura de San Martín, en este año, es la pasividad con la que se manejó hacia las tropas realistas en la sierra sur dirigidas por La Serna. No se hizo nada o casi nada para derrotar a los realistas y sellar nuestra independencia.
OBRAS
- Declaró la Ley de Imprenta.
- Creó la Biblioteca Nacional a cargo de Marino José de Arce.
- Dictó el Reglamento de Comercio, rompiendo con el Monopolio Español
- Abolió el Tributo Indígena.
- Dio la Ley de Vientres, para los hijos de los esclavos nacidos luego de la independencia.
- Crea la Legión Peruana de la Guardia
- Crea la banda de la Seda para las heroínas peruanas, caso de María Parado de Bellido, las hermanas Toledo, etc.
- Reemplazó el Tribunal del Consulado por la Cámara de Comercio
- Abolió la Mita.
- Crea la Marina de Guerra del Perú a cargo del Almirante inglés Jorge Martín Guisse.
- Crea la escuela normal de varones, donde saldrán los futuros profesores del país para esa época.
- Se aprobó las letras del Himno Nacional y la musicalización, cantado el 23 de setiembre por Rosa Merino.
ACCIONES MILITARES
- El general La Mar, realista, se pasa al bando patriota y logra la rendición del Real Felipe.
- La Legión Peruana de la Guardia al mando de Santa Cruz apoya a Sucre en Pichincha (independencia de Quito).
- El peruano Domingo Tristán es derrotado en la batalla de Macacona (Ica).
- Sacrificio de María Parado de Bellido.
- Lord Thomas Cochrane abandona el Perú junto a sus oficiales y todas sus embarcaciones.
LA ORDEN DEL SOL
El 8 de octubre de 1821 San Martín decretó la creación y organización de la “Orden del Sol”, formada por tres categorías definitivamente jerarquizadas: los fundadores, los beneméritos y los asociados, con armas y condecoraciones propias por cada categoría jerárquica. Es decir, se pretendía reconocer la labor de los peruanos más distinguidos y darles un status parecido al de los Títulos del Perú.
LA SOCIEDAD PATRIÓTICA
Fundada el 10 de enero de 1822, fue nombrado presidente de la Sociedad el ministro Monteagudo, el más acérrimo defensor de la Monarquía Constitucional y el más importante colaborador de San Martín.
En el ambiente peruano no existía ninguna adhesión a las ideas de establecer una monarquía hispánica en el Perú. Para cambiar este ambiente, San Martín creó la “Sociedad Patriótica de Lima”, con una apariencia de institución dedicada a los estudios literarios pero con el claro propósito de hacer propaganda pública a favor de las ideas políticas sanmartinianas.
LA CONFERENCIA DE GUAYAQUIL.
Desde principios de año, en Febrero de 1822, ya el generalísimo había realizado un viaje a Guayaquil creyendo encontrar al libertador del Norte, mas éste aún no había llegado por la resistencia realista ofrecida entre Popayán y Pasto (Colombia). Pero, más tarde, al tener noticia cierta de la presencia de Bolívar en Guayaquil, viajó a este lugar el 14 de julio en la goleta “Macedonia”, arribando el día 25 y siendo objeto de las aclamaciones del pueblo guayaquileño.
San Martín permaneció dos días en dicho puerto, el 26 y 27, durante los cuales efectuó tres conferencias, a puerta cerrada, con Bolívar. Por publicaciones posteriores se sabe que tres fueron los puntos que trataron:
- La suerte de Guayaquil
- La contribución de Bolívar a la emancipación peruana
- La forma de gobierno para el Perú y las nacientes repúblicas americanas.
Se considera que, en realidad, la entrevista fue un fracaso para los planes de San Martinlanes de San Martín por cuanto ya, a esa fecha, Guayaquil había sido incorporado por Bolívar a la Gran Colombia; a su vez, únicamente ofreció la contribución de 1 500 hombres como auxilio para la independencia peruana, y de otro lado, discrepaba, profundamente, San Martín ya que era partidario del sistema republicano de gobierno.
DIMISIÓN Y RETIRO DE SAN MARTÍN.
A su retorno de Guayaquil, ya con la firme idea de retirarse de nuestro país, San Martín se encontró con que su hombre de confianza, el ministro Bernardo Monteagudo habría sido depuesto y embarcado rumbo al norte. Esto fue considerado por el generalísimo como un acto contra su propia persona y como ya los representantes a Congreso, que el mismo convocara anteriormente, habían sido elegidos, decidió cuanto antes proceder a su instalación.
De esta manera, el 20 de setiembre se instaló con toda solemnidad el Primer Congreso Peruano. Ante él, y después de pronunciar frases en las que deseaba a todas luces el éxito en la gestión de los peruanos, San Martín se despojó de la Banda Bicolor entregándola a los legítimos representantes del pueblo. Acto seguido, abandonó el local del Congreso y esa misma noche se embarcó rumbo a su patria.
Referencia
Centro de estudios preuniversitarios Universidad de Trujillo
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