Durante este período se descubre la agricultura y ganadería incipiente. Existen evidencias que demuestran que el inicio de la agricultura se inicia mucho antes de este período.
En este período se generaliza esta actividad agrícola que estuvo acompañada por el seminomadismo.
La agricultura incipiente
Los seres humanos observaron el ciclo de crecimiento, maduración y reproducción de las plantas. También comprendieron que era necesario racionalizar la recolección para asegurar una alimentación permanente. Esto lo llevó a realizar una cosecha selectiva y no indiscriminada, seleccionaba unos frutos para el consumo inmediato y cuidaba otros hasta su maduración, dando inicio a la agricultura.
La agricultura se reflejaba en la recolección selectiva, que consistía en cuidar las plantas en su cliclo de crecimiento, cuidar las semillas para asegurar la producción. Esta actividad implicó cambios muy importantes en los pobladores de aquel tiempo. Las plantas que domesticaron fueron la quinua, cañiwa, papa, olluco, oca y maíz en los Andes y en la Costa fue la calabaza, y frijol; la yuca y el maní fueron aportes del hombre de la amazonía.
La ganadería incipiente
En este período los antiguos peruanos van conociendo los hábitos de los animales. Poco a poco fueron comprendiendo que deberían seleccionar a los animales para la caza.
A los más pequeños los reducían a la crianza, alcanzándoles alimentos y manteniéndolos cautivos para que completen su desarrollo y consumirlos.
Los animales que empezaron a ser domesticados fueron la llama, la alpaca y el guanaco.
El seminomadismo
En este tiempo se transita de la transhumancia hacia un seminomadismo o semisedentarismo.
El seminomadismo consistía en la prolongada permanencia de los pobladores en un mismo lugar, obligados como estaban a cuidar sus plantas y animales en proceso de maduración. Satisfecha esta necesidad, se trasladaban a otros parajes por tiempos más o menos largos. Esta práctica obligó a construir pequeñas y rústicas viviendas (en los Andes, de piedra y barro, techadas con ramas, y de esterillas de junco en la costa) para permanecer allí mientras duraba dicho proceso. Así mismo en este período se descubre el tejido mediante la técnica del entrelazado, el anillado y anudado. Fue un proceso lento y dificultoso.
Los arqueólogos han hallado evidencias de seres humanos que vivieron bajo las características señaladas anteriormente, los principales son:
El hombre de Guitarrero II
Guitarrero II se localiza en Yungay (Ancash). Las evidencias indican que tienen una antigüedad de 5,730 años A.C. y demuestran que se alimentaban de frijol y ají; que emplearon elementos para moler sus alimentos, así como las cuerdas para los tejidos.
El hombre de la Pampa de Santo Domingo
Este lugar está ubicado cerca de la bahía de Paracas (Ica). Sus vestigios tienen una antigüedad aproximada de 5,800 años A.C. Allí se hallaron restos humanos con las rodillas flexionadas, abrigados con piel de vicuña y envueltos en redecillas de fibra de cactus.
Se trata de cultivadores de calabazas, que, además, practicaban la pesca con redes. Sus viviendas eran semisubterráneas, de forma circular, cubiertas con costillas de ballenas, palos y totoras. Se halló también una flauta, que sería el primer instrumento musical del Perú.
El hombre de Chilca
Ubicado al Sur de Lima, de una antigüedad aproximada de 3,800 años A.C. Se trata de habitantes seminómades, practicantes de una agricultura incipiente de calabazas, camotes y pallares; también se dedicaron a la pesca. Vivían en chozas de planta redonda y forma cónica hechas a base de cotillas de ballena y esterillas de junco.
El hombre de la Tablada de Lurín
La Tablada de Lurín se halla a 23 Km al Sur de Lima. Allí se han encontrados evidencias consistentes en pequeños recintos semisubterráneos de piedra y barro. Unos dicen que son tumbas, otros que son habitaciones de pobladores seminómades. No existe homogeneidad en cuanto se refiere a su antigüedad.
El hombre de Telarmachay
Los vestigios de este lugar ubicado en Junín datan de una antigüedad aproximada de 4,300 años A.C. El mayor mérito de su poblador consiste en que fue domesticador de auquénidos, pues una gruesa capa de excremento de llama en la citada cueva, demuestra que el sitio fue usado como corral de tales animales.
El hombre de Cabeza Larga
Se ubica en Paracas (Ica); tiene una antigüedad aproximada de 3,200 años A.C. Fue un poblador de agricultura incipiente, puesto que su alimentación era a base de pallar y calabaza, complementada con mariscos y lobos marinos.
Los hombres del arcaico inferior