Guaman Poma nos informa que eran las moyas grandes huertos que tenía el Inca en los que iba a cazar venados y perdices, empleando lazos toclla y boleadoras o riui; cogía pájaros con redes o llica y con liga o pupa. Así holgábase con su mujer y con los príncipes y demás cortesanos.
Tenía también ciertos truhanes que lo divertían y que llevaban los nombres de Sauca Rimac y Cocho Rimac, quienes procedían de la provincia de Guancavilca; otros que eran yungas y llamábanse Saucachicoc, Acichicoc, Poquiscolla, Millmarinri. Estos últimos eran Collas y todos actuaban como bufones. Los que hacían de actores eran denominados llamallama hayachuco.
Tenía en su casa un patio lleno de pájaros y monos, guacamayos, cernícalos, loritos, tórtolas, chivillos y chaynas, vizcachas y otros animales.
Había una laguna con pescados y fuentes de agua o uiruypaccha y cantocpaccha. En su jardín y huerta se cultivaban todo género de yuyus para su regalo.
Para amenizar sus días y noches había músicos que tocaban sus instrumentos como: pomatinya, guaylla quepa, pututo, pincullo, antara, pipo, catauri, uaruro, quena quena, chiuca. Iban a su palacio músicos de todo el reino, incluso de los yungas que llevaban su nucaya.
El Inca se enamoraba de las señoras principales de los Collasuyus, de los Canchis y de los Pacajes y favorecía a las de Chinchaysuyu, despertando celos en la señora coya. El Inca solía salir de incógnito, vistiendo como indio pobre, para ver el mundo.
Cuando el Inca tomaba parte de las batallas hacia uso de su honda y con ella arrojaba piedras de oro desde su pillcoranpa (andas).
Tanto el monarca como la reina recibían con frecuencia muchos obsequios de los señores principales del Imperio, y en su mesa tenía para su regalo comidas escogidas como maíz de las clases que llaman capya utco sara y papas mauay y chaucha y llama blanca cuyro y chiche, y cuyes blancoa, patos, mucha fruta y chicha muy suave que maduraba un mes y a la que llamaban yamor aca. Comía otras muchas cosas que eran prohibidas a la gente común.
Sus perfumes, como a modo de almizcle o algalia, eran ciertas yerbas llamadas ciyaya e ispinco, con que se ahumaba. Sus joyas contenían piedras finas que en general se denominaban umiña, cuiche, uacori y quispe. Usábase también de las conchas marinas o mullo.
El Inca se bañaba excepto en las lunas menguante y creciente, porque bajo ellas había peligro de enfermedades.
Cuando el Inca salía a pasear con sus cortesanas era acompañado de numerosos soldados con sus morriones, estandartes y trompetas; él era conducido en su quispiranpa, así como la coya. Le acompañaban comparsas de danzantes y algunas veces chunchos desnudos, por galas.
Fuente: Historia del Perú Antiguo a través de las fuentes escritas por Luis E. Valcárcel