Simón Bolívar y sus tropas partieron desde Huancayo (Junín) hacia Huamanga (Ayacucho). Bernardo O' Higgins se une a las tropas de Bolívar, después de inspeccionar la región. Bolívar y O' Higgins regresan a Lima y ordena a Antonio de Sucre instalarse entre Abancay y Andahuaylas.
El ejército realista se habían refugiado en las alturas del cerro Condorcunca, en Ayacucho. Los realistas contaban con 9310 hombres, 11 piezas de artillería. Los patriotas solo contaban con 5780 hombres y con una sola pieza de artillería, su principal batallón era la Legión peruana comandada por José de La Mar.
El 9 de Diciembre de 1824, se libró la batalla definitiva en la pampa de la Quinua. El general Valdéz y su batallón arremeten contra la Mar, quien es socorrido por las guerrillas de Marcelino Carreño. La intervención de la caballería de Miller fue de gran ayuda, apoyando a los generales Córdova y Lara de los ataques de Monet y Villalobos. La Serna cayó prisionero, Canterac propuso su rendición; La Serna firmó la capitulación. Todos los jefes realistas fueron tomados prisioneros y luego se retiraron a España, vía Buenos Aires. Los jefes peruanos: La Mar, Gamarra, Salaverry, Castilla, Vivanco, Bermúdez y San Román fueron considerados como los "Mariscales de Ayacucho".
La derrota de Junín fue un golpe terrible para el ejército realista, muchos soldados desertaban porque habían sido obligados a combatir a la fuerza, a diferencia de los patriotas que incrementaban cada vez más sus tropas.
El ejército realista atravesó Apurímac y por Cangallo llegaron a Huamanga. Sucre apuraba la ruta de Andahuaylas por el río Pampas, llegando luego a Matará. Cerca de ese lugar, en Colpahuayco, el 3 de Diciembre de 1824, Sucre tuvo que soportar un ataque del general realista Valdéz quien le causó 300 bajas.
Al día siguiente Sucre quiso dar batalla, pero La Serna lo eludió. De Colpahuayco ambos ejércitos marcharon paralelamente:
Los realistas por la Cordillera occidental y los patriotas por la Cordillera oriental; éstos llegaron a Acosvinchos y acamparon en la pampa de la Quinua, en tanto que la Serna, avanzaba por Pacaycasa a Huamanguilla. Esto sucedía el 6 de Diciembre. El 7 y 8 se produjeron ligeras escaramuzas.
La gran Batalla
El 9 de Diciembre el ejército patriota formó al lado izquierdo las tropas de la Legión Peruana, al mando de José La Mar ayudado por las montoneras de Carreño, al centro se ubicó la caballería de Miller; a la derecha se formaban los batallones colombianos, al mando de José María Córdova. La artillería consistía en un solo cañón; la reserva estaba al mando de Jacinto Lara.
El ejército realista se aproximó al cerro Condorcunca y formó a la derecha a Valdéz con 4 batallones y 4 piezas de artillería; al centro Monet, con 5 batallones; a la izquierda Villalobos, con 5 batallones. La caballería al mando de Canterac estaba en la reserva, además con 7 piezas de artillería.
La batalla se inició a las 9 de la mañana. Valdéz inicio las acciones atacando a La Mar, cuyos batallones casi sucumben si no es por la intervención de las montoneras de Carreño.
Al entrar en acción las divisiones de Monet y Villalobos la lucha se generaliza. Córdova y Lara luchan arduamente, al final logran contener el ataque con la ayuda de la caballería que apoyaba a ambos batallones.
La Serna cae prisionero, Canterac asume el mando y en la cima del Condorcunca realiza una junta de guerra en donde acordaron continuar la batalla. En cumplimiento de esa desición los oficiales realistas bajaron a la Quinua para reorganizar el contraataque, pero los soldados se negaron categóricamente a obedecer toda orden y cuando se les exigía volvían sus armas contra los españoles: éstos al verse derrotados tuvieron que capitular.
Las bajas en la batalla
De los 9, 310 soldados del ejército realista fueron muertos 1,400; heridos, 700 y prisioneros, 1000.
El ejército patriota tuvo 300 muertos y 619 heridos.
La Capitulación de Ayacucho
Fue fechada el 9 de Diciembre de 1824, pero en realidad firmada el 11 entre José Canterac y Antonio José de Sucre. En dicha capitulación constituye 18 puntos.
Entre los principales puntos se establecía que el territorio que guarnecen las tropas españolas en el Perú será entregado a las armas del Ejército Unido Libertador, además los soldados realistas podían embarcarse a España cuyo costo correría por cuenta del Perú, los prisoneros serían intercambiados; también se establecía que tantos los civiles como militares españoles podían permanecer en el Perú comprometiéndose a cumplir las leyes; así mismo los españoles que radicarían en el Perú serían considerados como peruanos al igual que los militares podrían conservar sus grados en el ejército libertador
En el cuarto punto de la capitulación se establecía que cualquier persona que estaba al servicio del régimen colonial mantendría la integridad de sus derechos y privilegios.
Así pues, se rompía definitivamente solo la dominación política colonial española sobre el Perú, pero las instituciones, las bases económicas y la organización social quedaron intactas.
La vida republicana se asienta sobre las mismas estructuras, jerarquías, privilegios y valores de la sociedad colonial.
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