La invasión europea en los siglos XV y XVI fue parte de la expansión del capitalismo mercantil.
Los ricos burgueses aparecieron al final de la Edad Media como una nueva clase superior, la surgiente clase social burguesa afirmó su poderío rápidamente, se habían enriquecido con el comercio y transporte, con minas y astilleros; el préstamo de dinero con intereses cobró una fuerza descomunal.
Existían banqueros al lado de los exportadores e importadores. Se usó el crédito de letras, de pagaré, de seguros, de papel moneda y hasta de cheques.
Algunos hombres se hicieron muy ricos, como los banqueros alemanes Fugger y Welzer, quienes prestaban inmnesas cantidades de dinero a reyes y papas.
La expansión del capitalismo mercantil se inicia a partir de los burgos o ciudades europeas, centros de acumulación de riqueza. Entre los siglos XII y XIV Europa experimentó un gran desarrollo económico por el apogeo agropecuario, que permitió el auge comercial y manufacturero de las ciudades o burgos donde surgió el capitalismo. Pero en los siglos XIV y XV se produce un gran retroceso económico, social, tecnológico y cultural, que afectó el desarrollo del naciente capitalismo. Este gran retrocerso se manifestó con una baja en la producción de alimentos, descenso de la población por mala alimentación y epidemias como la peste negra, guerra entre los señores feudales y rebeliones campesinas.
Debido a que el mercado en el Mar Mediterráneo estaba saturado y con el fin de ampliar sus negocios comerciales, la burguesía europea resuelve financiar la expansión mercantil por África, Asia y luego por América, conocida como las Indias occidentales, apoyan el desarrollo de la ciencia y la tecnología, surgiendo así el movimiento del Humanismo y el Renacimiento
Para alacanzar tales objetivos la burguesía halló el respaldo político de las monarquía centralizadas europeas, especialmente de España y Portugal.
La necesidad de mercados de compradores y la ampliación de las rutas comerciales para salir del estancamiento económico, producto de la restricción del comercio por la toma de Constantinopla se convirtió en prioridad para los comerciantes europeos de los burgos. La búsqueda de tierras, alimentos y empleo era una necesidad del pueblo europeo; por eso participaron personas de extracción popular en la expansión europea y en la invasión a América donde se enriquecieron.
¿Invasión o conquista?
No debemos hablar de conquista sino de invasión por las siguientes razones:
- La invasíón es un vocablo procedente del latín "invadere" , que significa entrar por la fuerza y injustificadamente en un lugar. por lo tanto debemos entender por invasión a una acción militar que inicia una ocupación tanto de carácter temporal como permanente. Por lo general, las naciones invadidas se resisten, estallando hechos sangrientos. El invasor realiza saqueos, violaciones, incendios, capturas, torturas, humillaciones para imponer por el miedo su dominio; por el lado de la resistencia hay actos de heroísmo, pero también de traiciones y colaboracionismo.
- La palabra conquista proviene del vocablo latín "conquistare", significa la acción de ganar con esfuerzo, habilidad, sutileza y hasta sacrificio, la voluntad de una persona o de una población.
En conclusión, los españoles fueron invasores, porque perpetuaron una incursión vandálica, liquidaron poblaciones enteras y destruyeron culturas.
Factores de la expansión Europea
- El mercado europeo estalló en una crisis debido a la escaséz de la demanda (compradores) y aumento de la oferta (comerciante, vendedores). Esta situación condujo a una extrema competencia y a la proliferación de monopolios sobre las rutas comerciales. Era conocida "la Ruta de la Seda" que conducía al Lejano Oriente, a través de Constantinopla, grandes caravanas a cargo de intermediarios venecianos. La búsqueda se acrecentó tras la toma de Constantinopla por los turcos otomanos en 1453, que encareció los productos importados a través del Mar Mediterráneo y el Medio Oriente limitando los beneficios de la burguesía italiana y alemana. Esta situación aumentó la codicia, llegando a desafiar cualquier peligro y sacrificio con tal de descubrir una mejor alternativa para llegar a Oriente.
- La crisis estructural del feudalismo, sus mismas contradicciones internas, causaron el abandono de la agricultura, se generó frecuentes hambrunas, migraciones campesinas a las ciudades y epidemias como la pestes pulmonares y bubónicas de 1348 y 1415 respectivamente.
- La formación de Estados monárquicos, financiados por la burguesía para concentrar el poder político, neutralizar el poder feudal y eclesiástico, y a su vez conseguir el respaldo económico y político para las campañas de expansíón en Europa y fuera de ella, lo que era necesario por la competencia comercial entre los Estados absolutistas. En 1492 se dio la centralización del poder de los reinos cristianos de España, formalizada por el matrimoinio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, quienes concluyeron la Guerra de Reconquista Española contra el dominio árabe, al capturar el último reducto árabe en Granada, consolidando así la monarquía española, política y militarmente.
- Los avances científicos y tecnológicos propiciados por la burguesía, con el llamado Renacimiento. El desarrollo del comercio del Medio y extremo Oriente, permitió conocer algunos instrumentos novedosos para la orientación náutica, como la brújula, el astrolabio, la ballestina, el sextante, la rosa de los vientos, etc. En Europa, estos instrumentos fueron reproducidos y perfeccionados por los técnicos europeos, gracias al respaldo financiero de la burguesía, deseosa de contar con medios de orientación para sus arriesgadas empresas marítimas. Por ejemplo, la brújula de los chinos fue mostrada por mercaderes árabes en 1269 a Pierre Palerin, pero fue recién Flavio Gioja quien la encerró en una caja de cristal para el uso marítimo. Igualmente se desarrolló la cartografía, disciplina geográfica abocada a la representación de la superficie terrestre en cartas y mapas, facilitando la elaboración de rutas para las empresas de expansión. En esta actividad destacaron el flamenco Mercator, los italianos Perestrello, Toscanelli y Américo Vespuccio, entre otros.
- La coyuntura favorable para la expansión ibérica. El conjunto de condiciones que se presentaron simultáneamente, hicieron que España y Portugal tuvieran una mejor posición en la búsqueda de las rutas para llegar a Oriente. Entre estas condiciones se puede señalar:
- Esfuerzo, costo y debilitamiento por la guerra desplegada entre Inglaterra y Francia en el conflicto llamado "La Guerra de los cien años" (1337-1453).
- Las cruzadas, una guerra de expansión, supuestamente sagrada, con la bendición y el respaldo del Papado, para la expansión de tierras y áreas de influencia en beneficio de la Iglesia y la corona; además de la promesa a los hidalgos (feudales ibéricos) de recompensarlos con tierras y siervos. Éstos reforzaron el ímpetu de expansión mercantilista.
- La ubicación estratégica de la península ibérica, dotada de bahías, cabos, islas que permitieron el control del Océano Atlántico, así como la entrada al Mar Meditrráneo y el fácil acceso al África.
EL PROYECTO PORTUGUÉS
Cuando la casa de Avis se consolidó en el trono de Portugal, el príncipe Enrique, conocido como el "navegante", hijo de Juan I de Avis; concibió el proyecto de alcanzar las Indias navegando a lo largo de las costas occidentales de África, y así poder formar una imperio que garantizara su independencia económica y política frente a la poderosa Castilla, actual España.
Por esta razón, en 1415, Enrique funda, en el cabo de San Vicente, la Escuela Naval de Sagres, la cual permite fomentar el estudio de la Cartografía, familiarizarse con las nuevas embarcaciones y sus técnicas. Todo ello permite que en 1431, se realicen los primeros viajes a las costas noroccidentales de África, paralelamente se inagura una ruta para el comercio de esclavos y marfil. No obstante estos avances, exclusivos de los portugueses por las costas africanas, tuvieron un obstáculo que era el Cabo de las Tormentas, en el extremo sur de África, donde el rey Juan I lo rebautizó con el nombre de Cabo de la Nueva Esperanza. Recién en 1487, Bartolomé Díaz, logró bordearlo y llegar al Océano Índico, pero un motín a bordo lo obligó a retornar a Lisboa, capital de Portugal. Posteriormente Vasco Da Gama llegó a la India y fundó la ciudad Calicut en 1498.
Portugal debió sentir un duro revés en su proyecto de expansión a la India cuando en 1492, España anunció la llegada de su almirante Cristobal Colón, a la India, viajando por Occidente, pero en realidad Colón llegó a un nuevo continente.
La respuesta portuguesa fue violenta y ante la cual España sugirió la mediación arbitral del Papa Alejandro VI, quien propuso a través de sus bulas intercoetereas, una línea demarcatoria de las posesiones coloniales de Portugal y España (a 100 leguas al Oeste de las islas Azores), al Oriente y al Occidente de tal Meridiano respectivamente. Portugal se resistió a aceptar la propuesta arbitral y negoció nuevamente con España una línea divisoria alternativa, donde finalmente se llegó a un acuerdo 1494, mediante el tratado de Tordesillas. Esta nueva división ubicaba el Meridiano limítrofe a 370 leguas al Oeste del Cabo Verde de África; así, Portugal lograba también posiciones en América del Sur (Brasil).
En 1498, el rey Manuel I envió al navegante Vasco Da Gama a retomar la ruta de Bartolomé Díaz quien logró alcanzar la costa de la India y establecer el virreinato de Goa que, años después, consolidó Almeyda y Albuquerque. Poco después, en 1499, Pedro Álvarez Cabral arribó a las costas de Brasil, incorporando tan importante territorio a Portugal.
EL PROYECTO ESPAÑOL
Después de lograr la Reconquista del territorio español del poder árabe, y luego de los éxitos en la centralización política y religiosa, los Reyes Católicos animados por elementos eclesiásticos y la burguesía catana, decidieron respaldar el proyecto presentado por el navegante Cristobal Colón. El almirante había sido desauterizado por la Junta de Sabios Cosmógrafos de Salamanca, cuando éste argumentó alcanzar la India navegando por Occidente; defendiendo la tesis de la redondez de la Tierra.
Para España no existía otra posibilidad, pues los venecianos monopolizaban la ruta del Mar Mediterráneo; La Hansa (Liga o conjunto de ciudades alemanas) controlaba la ruta del Mar Báltico; los portugueses, la ruta africana. Debido a estos problemas, los Reyes Católicos aceptaron auspiciar y autorizar a Colón el viaje a las Indias, con la Capitulación de Santa Fe el 17 de Abril de 1492. Colón recibió el nombramiento de Gran Almirante del Mar Océano, Virrey Gobernador de las Indias, con derecho a la décima parte de los tesoros, además de proponer tres autoridades coloniales. El financiamiento del viaje lo hizo la burguesía catalana, representada por un funcionario de la Corte allegado al Tesoro Real, llamado Luis de Santangel (judío burgués). Entonces, Cristobal Colón inició los preparativos para realizar el viaje a las Indias.
El almirante nacido en Génova, más de una vez fue testigo de cómo se traficaba con seres humanos, vivió nueve años en Portugal, donde se practicaba la captura y venta de esclavos. Colón no era mercader de esclavos, pero no repudiaba este negocio. Cuando Colón bordeó las inexploradas costas de Guananí, razonaba con frialdad mandar a todos los indígenas a Castilla o tenerlos en la misma isla cautivos y sojuzgarlos.
La mayor parte de los historiadores coinciden en la sospecha de que el enigma que rodea la vida de Cristobal Colón se debe al empeño de él y de sus descendientes su origen judío, si se hubiera confirmado en esos años su procedencia religiosa habría estado en un proceso inquisitorial de imprevisibles consecuencias. El proyecto de Colón tuvo el apoyo de judíos de enorme prestancia intelectual, como Abrahán Zacuto o Abrahán Senior, fervientes financiadores como los Santangel aragonenses o Ishaq Yehudá Abrabanel, banquero de la campaña granadina de los reyes católicos que terminó sus días en la República de Venecia.
Una parte considerable de la tripulación de las carabelas estuvo compuesta por hombres que incluso por sus apellidos (Arraes, Bives, Medel, Binos) son judíos conversos.
Primer viaje: Dirigido por Cristóbal Colón a quien se plegaron los conocidos navegantes Francisco, Vicente y Martín Alonso Pinzón y Juan de la Cosa. El viaje se inició desde el Puerto de Palos de Moguer, en medio de entusiasmo y escepticismo sobre su travesía. El 3 de Agosto de 1492, por la madrugada, zarparon las carabelas con cerca de 120 tripulantes, mayormente presidiarios y aventureros.
Luego de abastecerse de agua y un conjunto de cosas necesarias para la comida de la tripulación en las Islas Canarias, se adentraron en el mar con la Niña, la Pinta y la Santa María.
La travesía fue accidentada y con viscisitudes. Para mantener la calma, Colón tuvo que recurrir a diversos ardides, como ocultar la brújula con la desviación magnética y mostrar un juego de libros apócrifos para evitar los motines a bordo. No obstante no pudo conseguir calmarlos y los tripulantes amenazaron de muerte a Colón y a los suyos, si no encontraban pronto las islas. Sin embargo el 12 de Octubre de 1492, el vigía de la Niña Rodrigo de Triana, anunció: ¡Tierra! ¡Tierra!
Se trataba de la isla de Guananí, bautizada por Colón como San Salvador (hoy isla Watling, perteneciente a Inglaterra, correspondiente a las islas Bahamas. Luego recorrieron las costas de Cuba, a la que llamaron Juana y la isla Haití, bautizada como la española, donde encalló la Santa María. En estos lugares empezó el dominio español en forma violenta.
Segundo viaje: Después de regresar a España, Colón volvió al nuevo mundo en 1493. Zarpó de Cadiz y llegó a las Antillas, Puerto Rico, Jamaica y Haití, en este último fundó la ciudad bautizándola "La Isabela", la primera fundada en América. Aquí se inició el reparto de encomiendas, institución feudal de orden religiosa y militar; se recompensó a los hidalgos españoles con grupos de aborígenes para explotarlos. En este viaje encontraron el Fortín Navidad destruido y a sus ocupantes muertos, seguramente debido a un enfrentamiento con los nativos, a quienes Colón ordenó capturarlos y eliminarlos como represalia.
Tercer viaje: En 1498, después de un breve viaje a Europa, el almirante encontró dificultades para financiar más exploraciones, pues la burguesía esperaba resultados concretos sobre el comercio en China, Japón y las islas Molucas. Fue un duro viaje; recorrió las costas de Sudamérica, creyendo estar en China; recorrió el golfo de Paria, la desembocadura del Río Oniroco, la isla de Trinidad y Tobago, y luego volvió al Caribe donde fundó la ciudad de Santo Domingo en la isla que él llamaba la Española; en este lugar tras enfrentarse con los encomenderos fue encadenado y deportado a España, por orden del magistrado Francisco de Bobadilla, juez que acusó al almirante de usurpar riquezas y de causar muertes. Pero la corte española reconoció sus derechos, retornando a sus dominios con seis embarcaciones.
Cuarto viaje: Mucho más abandonado por la corte y escasamente apoyado por los burgueses, el navegante llevó a cabo su último viaje, en 1502. El rey Fernando dispuso que las ciudades españolas del Caribe y los encomenderos de aquella zona impidan el ingreso de las embarcaciones de Colón recorrió el Oeste de las islas, llegando a Centroamérica donde tuvo enfrentamientos con los nativo donde casi fallece, se salvó utilizando como ardid un eclipse de Sol para engañar a sus atacantes. Posteriormente, Nicolás de Ovando lo desplazó de la gobernación de Santo Domingo y oficializó las encomiendas.
Traicionado incluso por su propio hermano (Bartolomé) y por Francisco de Roldán, Colón no pudo conseguir del rey Fernando la satisfacción de sus demandas. El almirante terminó sus días sin conseguir los beneficios que le prometieron en la Capitulación de Santa Fe. Falleció en Valladolid en 1506, Colón desconocía que había arribado a tierras ricas y ajenas a los europeos, siempre creyó que estuvo en Asia, por eso denominó a las tierras americanas "Las Indias Occidentales"
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