En la actualidad, la mayoría de los investigadores coinciden
en que el Inca no tenía el control efectivo de las tierras altas del suroeste
de Colombia, según lo sugerido por la ausencia de artefactos estatales y
arquitectura. En la sierra sur de Colombia, Cieza
de León, que conocía bien la zona porque él lo cruzó a pie, afirma que el
camino Inca terminó en Guaca, justo al norte de la frontera actual entre
Ecuador y Colombia. En esta zona y en el río Angasmayo y Pasto, el Inca llevó a
cabo varias operaciones militares aparentemente sin tener control establecido
firme sobre las poblaciones.
Al comentar sobre las actividades de Inca a lo largo de la
costa ecuatoriana, Cieza de León (1553), escribió que a pesar de la ausencia de
los burócratas estatales, instalaciones y almacenamiento en la región, algunos
grupos étnicos del litoral envió regalos al señor inca en Cuzco. Se ha señalado
que dos reyes incas, Thupa Yupanki y Wayna Capac, visitó la costa, no hay
pruebas contundentes que sugieren que el estado controle directa o
indirectamente de la región. Alguna evidencia etnohistórica existe para sugerir
incursiones incas en el bosque tropical de la costa. Además, algunos fragmentos
de cerámica Inca han sido recuperados en el área. A pesar de esta evidencia,
sin embargo, todavía no existe un consenso entre los especialistas sobre si
Tawantinsuyu tenía un control efectivo sobre la costa ecuatoriana.
En cuanto a las tierras altas de Ecuador, el Inca tenía
serios problemas en la conquista de los Cañaris del Valle Cuenca (Tomebamba).
Como resultado de ello, los incas buscaron nuevas áreas y amigable a través de
la cual se podrían construir sus caminos en todo el Cañari y continúe hacia el
norte a lo largo de la parte occidental de las cordilleras de Cajas y Jubones.
A partir de estas áreas que el Inca inició su invasión de la Isla de Puna, que
fue el centro económico de la producción de Spondylus. Los incas eran muy
conscientes de la importancia religiosa y comercial de los Spondylus en el
mundo andino.
La dominación militar de los Incas en la región sur del
Ecuador se desarrolló en diferentes etapas. En la primera etapa, el Inca no
pudo conquistar el Cañari. Como resultado, el estado pasó una cantidad
considerable de tiempo en el Valle Cuenca construyendo varias instalaciones
estatales grandes, como Tomebamba, Hatun Cañar (Ingapirca), Dumapara y
Canaritamba.
Tomebamba (Tumipampa), fue el centro de las operaciones
militares en la región, y la residencia permanente de Thupa Yupanki, y
eventualmente se convirtió en la primera frontera real del estado Inca en las
provincias del norte. En la segunda etapa, el sucesor de Yupanki, Wayna Capac,
reconquistó las tierras bajas elevadas del Ecuador occidental, así como la
parte oriental de las provincias actuales de Azuay y Cañar. Las naciones
confederadas de los Pastos, Cayambis y Imbayas al norte fue conquistado después.
Con base en la documentación etnohistórica y en un nuevo enfoque
lingüístico se ha demostrado la homogeneidad cultural y lingüística de las poblaciones
pre-incas del área de Quito. La Dominación incaica en la zona se caracteriza
por la adopción de muchas palabras quechua por parte de grupos locales y por
una reestructuración de los territorios étnicos locales para adaptarse al
sistema estatal dual hanan y hurin (alto/
bajo), que a su vez fue readaptado para hacer frente a la jefatura como organizaciones de "provincias del
interior. Con el tiempo, la influencia Inca ha transformado la región de una
frontera militar a una parte productiva e integral del sistema estatal.
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